Como audaces capitanas Cook, el mundo en el neceser beauty. Hoy viajamos en busca de los secretos de belleza de las mujeres allende las culturas. Una estancia ambientada en la Polinesia sin despegarnos de la pantalla. El aceite de monoï tahitiano es la piedra filosofal de nuestra tabla alquímica, el aderezo natural de una piel suave, hidratada, nutrida, ¡y perfumada!
Oro líquido en una botella, que encalla en las costas de Híspalis de la mano de Hei Poa y Les Polysianes de Klorane.
Hei Poa elabora toda una línea de aceites corporales a base de monoï puro de Tahití. La receta, tan milenaria como la era de Cristo, contiene doce capullos de flores frescas de Tiaré que se cosechan al amanecer y se maceran en 1 litro de aceite de coco durante al menos 10 días. A esto se añade vitamina E, rica en propiedades antioxidantes. El untuoso líquido resultante es fuente natural de ácidos grasos omega 6 y 9, ácido láurico y tocoferol. O lo que es lo mismo: alimento de calité para tu piel.
Precio: 100 ml / 11 euros.
Disponible en El Corte Inglés.
En esta línea, Les Polysianes de Klorane propone un Aceite de Belleza para cuerpo y cabello al monoï morinda, también de Tahití.
La composición incluye un 50% de aceite de monoï enriquecido con ácidos grasos esenciales que aportan flexibilidad a los tejidos más secos.
La vitamina E y la Morinda citrifolia combaten la formación de radicales libres, responsables del envejecimiento celular. El aceite de palmiste remata la fórmula con su acción hidratante y emoliente.
Caveat emptor: ambos aceites se solidifican a temperatura inferior a 24 grados centígrados. Para devolverlo al estado líquido, es suficiente con poner el frasco bajo agua caliente.
Precio: 125 ml / 11,70 euros.