Festivales a rebosar de gente pintiparada. H&M acaba de anunciar su patrocinio al gigantesco Primavera Sound y Sephora hará lo propio con Coachella, uno de los mayores escaparates mundiales del lookerío de celeb. El frenesí viste y se adereza al ritmo de las majors.
“Tienes que estudiar el modelo que vas a lucir en el Sonar / Tal vez te hagan fotos en el Sonar”, cantó el grupo de tonti-pop Alma X hace ya unos lustros en un momento de lucidez.
Festivales y trapitos elaborados con antelación, forman un matrimonio indisoluble. Esto ha sido así de manera ‘intuitiva’ y de orden sociológico desde los luctuosos tiempos de Altamont hasta el imbatible jolgorio de Woodstock; del ya añejo futurismo de Sonar al desfile instagramero de Primavera Sound, por citar algunos cónclaves populares.
La fórmula H&M + Sephora = festivales fashion
Las firmas de moda –y también las de cerveza o espirituosos- se pelean por ligar su enseña a la del fiestival más tendencioso y masificado, sabedoras de que esa visibilidad supone pingüe beneficio de ventas al tiempo que estructura su imagen de marca.
A cada ruta musical, corresponde un estilo que identifica la identidad y pertenencia a un grupo. Efectivamente, es posible acertar al menos 5 grupos con los que vibra en público –los de la esfera privada se sobrellevan en silencio- un ser humano ataviado con camisa tiki, gafa Ray Ban, bermuda, sandalias de Jesucristo y pelo estudiadamente desaliñado. Imagínenlo como uno de los personajes de Moderna de Pueblo y captarán la idea enseguida. ¿A que sí?
Además de plantar pica en uno de los festivales más concurridos de nuestra geografía, H&M refuerza la conexión moda+música en una nueva edición de la línea H&M Loves Music, una colorista colección femenina que apela a la indolencia y al desvarío. Es decir, a todo lo apetecible de la temporada prima-estival.
La cantante-barra-modelo Florrie presta su imagen a la colección, que estará disponible en tiendas seleccionadas de H&M de todo el mundo a partir de febrero.
Por su parte, Sephora instalará en Coachella una suerte de ‘boxes’ beauty.
la solución inmediata a diversos DEF CON DOS que pueden surgir en la vida del trashumante de festival, como recargar la batería de los smartphones por supuesto, retocarse la pintura de guerra de la mano de los maquilladores de Sephora.
Y como cada detalle forma parte de la gran fiesta de los adultos, todo visitante recibirá un obsequio de la casa y podrá inmortalizar el momento en el photocall de los stands.