Muy coquetón, acogedor, multicolor y bien aprovechado el corner de Isolée en el Corte Inglés de Castellana, donde pasé una hora probando un tratamiento hidratante y reparador de Natura Bissé y después un maquillaje completo de By Terry, entre la amplia oferta de colorido de lujo que se puede degustar aquí.
Entré palidita y con ojeras, y salí con la tez luminosa, elástica y con todo tipo de productos de maquillajes encima. Pero natural, sin que pareciera que apenas iba pintada.
Me recibe Elena Segovia, de Natura Bissé, una chica con piel de porcelana que me sienta en una cabina minúscula, no hay sitio para camillas. Al hablar de los nuevos productos, inevitable rebobinar y acordarme de tantas comidas amenísimas con aquel incombustible Ricardo Fisas, en paz descanse, primo de nuestro querido Enrique Puig, que en paz descanse, y fundador de la marca.
Empezamos con la limpiadora Diamond White Rich Luxury Cleanse, que deja el kleenex oscuro a pesar de que no me he maquillado por la mañana. Seguimos con un tónico muy refrescante y con el Glyco Extreme Peel para una exfoliación que todas las esteticistas recomiendan una vez a la semana pero que yo me hago quincenalmente.
Dejamos el exfoliante diez minutos; notas un picorcillo agradable y un peso que te quitas de encima cuando te retiran el exfoliante. No puedo citar -porque sería muy largo- el nombre de todos los productos pero me parece especialmente nutritivo el serum para la noche, Diamond White Serum. Mi piel está un poco bastante apagada y Elena me aplica mi producto favorito de Natura Bissé, la Soufflé mask de vitamina C, que es como si te encendieran una bombilla LED en el cutis. Me recomienda que vigile y cuide la flaccidez y tomo nota tras la High Density Lift, muy, muy ligera. Después de masajear el contorno de ojos con la crema ad hoc no me dejan irme sin una buena capa de protector solar, SPF 50, sin en el que no podemos salir a la calle. Doy a este tratamiento expres un 8 de puntuación porque he echado en falta el estar tumbada.
A continuación viene un sabio, un clásico. Ya conocía a Raul Martín de los tiempos de la fotógrafa Sylvia Polakov, de Michael Wray, de aquellos 80 en los que había dinerito fresco para hacer producciones de moda como Dios manda. Me aplica una base de maquillaje igualita al color de mi piel que me durará intacta hasta las doce de la noche y unos polvos sueltos microscópicos. Buena cantidad de corrector, ya que mis ojeras son entre verde y morado. Este es el producto que más me gusta porque no marca las arruguitas.
Me aconseja que el colorete lo aplique en horizontal y no hasta las sienes y consigue que mis ojos, un poco caídos, se ‘levanten’ por el efecto óptico de la sombra. Máscara de pestañas y ‘Tint to lip’ para los labios, un tinte que da color a los labios de manera totalmente natural y dura casi como un tatuaje. Muy novedoso y fresquito, lo recomiendo. Un poco de gloss y me voy niquelada a hacer la compra al supermercado de El Corte Inglés. ¡Y sólo he gastado una hora de mi tiempo!