Narciso Rodríguez reinventa su propio mito con Narciso, su nueva fragancia floral sin la flor de narciso entre sus componentes y que supone un paso adelante tras la línea de la legendaria For Her. Está complicado superar el éxito de la primera y sólo vuestras narices tendrán la última palabra.
“Siempre he sido consciente de cómo los hombres miran a las mujeres, y eso inspira mi trabajo y la manera en que veo a las mujeres”, revela el diseñador.
Si Narciso cayó en desgracia, seducido por su propia imagen, la historia de Narciso supone el reflejo en la mirada del otro. Ese singular reflejo con capacidad de nutrir el ego y crear una corriente de deseo en dos direcciones. Un nuevo giro de los acontecimientos. Siempre, la búsqueda de la belleza.
Narciso se compone de la poderosa y viril raíz de Vetiver protegiendo un corazón de Almizcle y Ámbar. A esto se suman las notas florales de Gardenia y la feminidad radiante de la Rosa de Bulgaria.
Una fragancia que nace con la inequívoca y saludable vocación de seducir. Sea a una misma ante la intimidad de su espejo, cual Narciso enamorado, o a la persona que se desee.
El frasco, sobrio y delicado, sugiere sosiego con su porcelana en tonos madera y blanco.
Precio: a partir de 65 euros.
Defiende la imagen la brasileña Raquel Zimmerman, de belleza limpia y cristalina “elegantemente seductora o, quizá, seductoramente elegante”, matiza, juguetón, Rodríguez.
Sea como fuere el orden de los productos, queda claro que tanta energía combinada huele a próximo súper ventas.
El 1 de septiembre, fecha del lanzamiento global al público.