Huyendo de la crisis económica, buscando nuevos horizontes y bolsillos boyantes dispuestos para gastar a manos llenas, el mundo del lujo pone rumbo a África. Paradojas de la vida, las marcas más caras comienzan a fijarse en el continente más pobre del planeta. Hombre rico, hombre pobre…
El lujo desvía la mirada de Asia a África, en el continente negro que tan maravillosamente retrató Ryszard Kapuściński -si no has leído Ébano, ya tienes lectura para este verano- los multimillonarios crecerán un 53% hasta 2023. Europa dejó de interesarles hace mucho y aunque Oriente Medio sigue siendo un destino muy suculento, ya están buscando nuevos objetivos para vender y vender.
¿Que qué hace falta para entrar en este grupito? Naaada, solo tienes que tener un patrimonio neto mínimo de 30 millones de dólares, excluyendo la residencia habitual. No estás dentro por poco, ¿verdad?, lo mismo me pasa a mi.
Parece que los países con más posibilidades para las firmas de lujo serán Ghana, Sudáfrica, Nigeria, Kenia y Zimbabue. Y haciendo frontera con ellos, los 10 países más pobres del mundo: Níger, Etiopía, Malí, Burkina Faso, Burundi, Somalia, República Centro Africana, Liberia, Guinea y Sierra Leona. El lujo busca nuevo mercado en un continente que se sigue muriendo de hambre y de sed.
Según la consultora Knight Frank los africanos con un poder adquisitivo extremadamente alto han aumentado un 130% desde 2003.
Me da alguna esperanza que el informe habla de una creciente clase media en muchos países africanos, “las expectativas son cada vez más altas y la gente quiere comprar en mejores espacios comerciales, trabajar en mejores oficinas y gozar de los mismos estándares que en los países desarrollados”.
El mapa del lujo tendrá la parada principal en Nairobi, la capital Kenia llevará la voz cantante, seguida de Marrakech, Johannesburgo y Ciudad del Cabo.
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