La del Mediterráneo es una cuenca juguetona, con telúrica solera. Matriz de culturas familiares y dicharachera musa de artistas y poetas, cautivos por su jolgorio de fiesta y contienda, de algarabía mundana con los pies en la tierra y dioses a semejanza de sus habitantes.
Viajamos al corazón de una cultura bellamente descrita, también, por arquitectos del olfato. Un espacio para rendir culto a la nostalgia de un mar soñado. Como decía Eliot Weinberger en ‘Las Cataratas’, “el olfato es primario y misterioso: su química no sólo nos lleva a recordar, sino a querer recordar.”
El florentino Lorenzo Villoresi es un declarado amante del mediterráneo como tema del que siempre emana inspiración. Su riqueza en cultura, historia, mitos y sugerencias ambientales es tan absorbente, que ha querido dedicar una colección para dibujar este imaginario. Aura Maris llega con el primer oleaje de Mare Nostrum, ‘como un mar poderoso y generoso surcado por las Nereidas’. ¿Salvación o peligro?
El aliento del pícaro mar villoresino es una mezcla de frescura, olor a verde, notas de limón y bergamota, flores y frutas, narciso, pachulí y jazmín con anclaje en el ámbar y la madera.
Precio: 103 euros, en bomonde.es
Acqua di Parma celebra el mediterráneo en su línea Blu Mediterráneo. Ginepro di Sardegna, lanzado este año, recrea el sutil cosquilleo del aroma a enebro que impregna la isla de Cerdeña.
Pequeñas calas, aguas cristalinas, el sonido de las olas en el ambiente, y una exuberante vegetación a base de encinas, madroños y cipreses. El paseo de un druida por una isla llena de misterios. Lujo natural.
Se abre con acordes de pimienta y nuez moscada, que se encaminan hacia el corazón luminoso del enebro, el ciprés y la salvia. Termina con notas de cedro de Virginia.
Precio: 150ml / 99 euros.
Piero Fornasetti soñó con Capri antes de visitarla. A partir de su imaginación, creó el diseño de Sole di Capri, una fantasía animada por la cálida terracota acariciada por el sol, los frutales cítricos rodeando las casas blancas y claro, la brisa marina. Una profecía cumplida en viajes posteriores a la isla, de la que se enamoró tanto que llegó a instalar tienda efímera.
La vela Sole di Capri, novedad de temporada, se perfuma con limón, bergamota, mandarina y galbanum, desvela un corazón de pino y samphire (alga) y desemboca en la resaca de la jara, el labdanum, el yodo y el ámbar gris.
La manera ‘asequible’ de poseer un precioso objeto cerámico de Fornasetti una vez consumas la vela.
Precio: vela de 300gr / 130 euros, en bomonde.es