Colectivo Cinco plasma las fotos de boda, el acto social que apretuja sin respiro la mayor cantidad de convenciones por minuto. La Boda. La muestra se podrá ver en Sala EFTI y Espacio OFF (sitas en calle Fuenterrabía 4, 6 y 13) hasta el 28 de mayo. Corre y disfrútala antes de que toque partir peras.
¿Anunciaste tu boda a tus 50 amigos íntimos y te miraron como a un gato aplastado en la carretera antes que con alborozo? Paciencia. En ciertos sectores está muy denostada la rúbrica del contrato amoroso, ya sea con la venia de la empresa estatal como ante la atenta mirada del altísimo. Que si qué necesidad, que si la monogamia es antinatural –lema del soltero del grupo, de quien se sospecha que es virgen-, que si es la cima de los yugos burgueses; todas esas fanfarrias de cariñoso pesimismo.
Tranquilidad, chavalada. ¡Más Epicuro y menos Marx! Las cosas ya casi nunca son como en la imagen a lo ‘pueblo muy pueblo’ de Juan José González, quien refleja con ironía ese largo lapso anacrónico en que la gente (con esto quiero decir la mujer) se amancebaba otorgando ‘favores’ sexuales a cambio de manutención y cobijo. Una forma de prostitución bien vista como otra cualquiera (de las bien vistas, como un trabajo alienante), que contaba con la entusiasta aprobación de los papases. Y dicen que con la bendición de Dios.
Jacobo Gayo captura la espontaneidad del gesto azaroso en un día en que todo puede suceder. A pesar del diseño con tiralíneas de la empresa de bodas. Desde que la novia se case con otro -el verdadero amor-, a que se líe una batalla de tartas en el ágape o aterrice una nave extraterrestre -un bus de despedida de solter@ hace las veces- en medio de los votos. El matrimonio no es la tumba de la relación, por mucho que lo proclamen los filosocasposos de bar palillo en boca. Y sí, como en el chiste, lo que han de darte no es el pésame. Solteros o casados, en Plasencia o en Timbuctú, sólo se aburre un tipo de gente: la que ya es aburridísima de nacimiento.
Albert Pamies juega al despiste. La suya es una imagen muy estética que recrea a la perfección una de esas realidades bodorriles más bien vetustas: todo gira en torno a la novia. El afortunado galán se reduce a la función de complemento. Interesa su vestido, su maquillaje, su peinado, su sonrisa y su emoción. Su de Ella. La ruborosa mocita casadera que no se ha quedado para vestir santos ni se le ha pasado el arroz. ¡Ay, la alhaja que te has llevao, que así ya no queda ni una, con los tiempos que correeeen!
El Marco Rojo firma mi preferida, lo que entiendo por simbología de que la cosa funciona. Una pareja se encuentra a la carrera sobre un puente que los traslada a otra etapa, con el elemento del apoyo, los pies descalzos y el brinco de alegría. No se ven, pero por ahí andan los colegas agoreros, sepultados bajo los tópicos. Los novios a su bola, de bailoteos. No me cojas, nos tiramos a la piscina –en este caso, unas apetecibles aguas caribeñas-. ¿A que pinta bien la movida?
Del 25 de abril al 28 de mayo, podrás ver las fotos “La nueva expresión social” de Colectivo Cinco en Sala EFTI y Espacio OFF.
Calle Fuenterrabía 4, 6 y 13.