Botox vs ácido hialurónico

Botox y ácido hialurónico, el cacao es considerable cuando hablamos de medicina estética. Por eso, hoy vengo dispuesta a intentar resolver algunas de las dudas más comunes que surgen alrededor de dos de los tratamientos estéticos más demandados. ¿Te aclaras con tanto pinchazo?

Una charla organizada por Allergan con el Dr. Juan Sopena, dermatólogo y director del Instituto Madrileño de Dermatología y Estética, me sirvió de punto de partida para poner un poco de luz en torno al bótox y al ácido hialurónico.

El botox es el tratamiento estético más demandado, el nº1 dentro del top 5 de los tratamientos no invasivos. Cuando hablamos de botox estamos citando una marca comercial (precisamente de Allergan), lo correcto es hablar de toxina botulínica tipo A. Lo que consigue esta toxina es bloquear los impulsos nerviosos que causan las contracciones musculares, el músculo se relaja pero no se paraliza. Ni el músculo ni el nervio resultan dañados.

Se utiliza para el tratamiento de las arrugas de expresión del entrecejo y las patas de gallo. Además según nos cuenta el Dr. Sopena “muchas publicaciones científicas demuestran también su eficacia para el tratamiento de arrugas frontales, del párpado inferior, y nasales. Así mismo es posible elevar las comisuras bucales que dan un aspecto de boca triste e incluso mejorar la flacidez del cuello”.

Sus efectos duran una media de 4 meses, pero dependiendo de la persona y de la fuerza de sus músculos, los efectos pueden prolongarse hasta 6 meses. Si dura solo 2 meses, o no se han aplicado las dosis correctas, o es de muy mala calidad.

Y aunque sus resultados son temporales el Dr. Sopena habla de que “hay estudios que demuestran que la aplicación repetida y continuada de toxina botulínica cada 4 meses mejora las arrugas y la duración de su efecto. El motivo es que tras la primera aplicación del tratamiento, el músculo ha estado 4 meses relajado y por lo tanto se produce una reducción de su fuerza”.

El ácido hialurónico es una molécula que se encuentra de forma natural y permanente en nuestra piel. Como una esponja debajo de la piel está encargado de mantenerla hidratada y turgente, pero con el paso de los años disminuye su concentración en la piel.

Inyectado rellena arrugas y surcos y remodela formas y contornos, además hidrata la piel desde el interior. Dependiendo de lo que se quiera tratar, se trabaja con ácido hialurónico de distintas densidades, menor densidad para las arrugas superficiales, mayor densidad para dar volumen a labios, pómulos… Es totalmente reabsorbible y tiene una duración de entre 6 y 8 meses, aunque dependerá, en gran medida, de si se lleva una vida saludable, de la alimentación, si se fuma o del estrés.

Entre las últimas novedades está el ácido hialurónico de Allergan con tecnología Vycross, que incorpora una pequeña cantidad de lidocaína, un anestésico local que permite al paciente tolerar perfectamente el tratamiento, sin molestias ni dolor significativo.

Y tanto si hablamos de toxina botulínica tipo A como de ácido hialurónico la calidad del producto vendrá marcada por el profesional que te lo aplique. El Dr. Sopena recomienda asegurarse de que el profesional cuenta con las titulaciones adecuadas y el máximo nivel de preparación, exigir el prospecto de los productos utilizados y desconfiar de los tratamientos de precio bajo o de las ofertas especiales.