Hasta la fecha creía que la categoría de ‘problema’ se reservaba a un escollo de difícil solución que afectaba al alegre discurrir de la vida normal. “Si tiene solución, no es un problema”, sentenciaría un oráculo de humilde opinión servida con posavasos. Añado, acodada en la barra, que aunque la tenga a veces sigue siendo problemón. Una enfermedad, una traición inesperada, un sistema que te hace sentir una caquita de caniche en medio de la tormenta… Cosas así.
Confieso desencuentros con Pantene sobre la severidad de los obstáculos que nos impiden la felicidad total. Descubro en su último comunicado sobre pelos finos, problemas, y autoestimas irremisiblemente fanées (en español, un sonoro “jodidas”), que tengo que apearme de la estabilidad para empezar a redensificar urgentemente mi cabello, no sea que del cepillado vaya derechita al diván.
“Está demostrado que el cabello fino puede afectar a las mujeres más que otros signos de envejecimiento”, asegura un estudio elaborado por Pantene y la Dra. Marianne LaFrance, Profesora de Psicología y de Estudios de Género de la Universidad de Yale.
“Algunas conclusiones de este estudio revelan que la pérdida de volumen en el cabello de las mujeres les preocupa más que su salud, figura, peso o su piel; es más difícil de controlar que la aparición de canas o la celulitis e, incluso, les afecta más que si rompiera con una relación seria.”
¿Perdón? No sólo tengo pelo fino, sino también la piel, ¿a qué clase de mujeres se ha investigado para concluir que el pelo fino es más devastador que una ruptura importante? A ninguna que yo conozca, cosa que afecta positivamente a mi autoestima.
En fin, a estas alturas no vamos a descubrir el agua caliente, y menos a mujeres hechas y derechas que ya llevan un tiempo con los oídos conectados al cerebro, pero por favor, aunque quieras usar Pantene en el libre ejercicio de tu gestión económica, procura no comprar la necesidad espiritual de paliar el pelo fino. Igual que no necesito un estudio para saber que la ingesta de lejía a cholón no es recomendable, tampoco me hace falta la falacia de autoridad para vender agujeros negros en el aprecio que me regalo cada día.
Estas son las pegas a los recursos de marketing, de ánimo excesivamente alarmista. Ahora vamos con lo que interesa de verdad, que es el producto libre de paja.
El nuevo tratamiento redensificante de Pantene es para uso diario, promete beneficios visibles en el momento y un cabello más grueso a largo plazo.
Incluye una tecnología que combina niacinamida (vitamina B3), pantenol (pro-vitamina B5), cafeína y dos polímeros fortificantes que engrosan la fibra capilar.
Se aplica en seco o en húmedo sobre las raíces. Tengo curiosidad por probarlo porque la ‘magia’ en este tipo de productos se suele obrar gracias al apelmazamiento, de repente te ves un pelo más denso y tienes la ilusión de grosor. Éste promete evitarlo.
Precio Tratamiento Redensificante Intensivo de Pantene Expert: 9,99 euros.
Por otro lado, L´Oréal también aporta su granito de arena en esta peligrosa batalla con un multiplicador de densidad que se mezcla con la mascarilla. Como siempre, se recomienda secar el pelo con toalla y dejar actuar la mezcla durante al menos 5 minutos.
Este producto incorpora filloxane, una molécula que “consigue expandir la fibra capilar” gracias a su acción densificante. También asegura un efecto de acumulación en el corazón de la fibra, lo que con el uso deviene en un aumento del grosor.
Precio: 4,75 euros.