Alexander McQueen y su mítico diseño de calaveras decumple 10 años. Damien Hirst ha fusionado los dos universos en una colección de pañuelos
El artista mejor pagado de los últimos años, añadido que no sorprende, es también el más polémico. Simetría que comparte con Alexander McQueen, muy afín también al motivo de la calavera, al misterio áureo de los insectos y al caleidoscopio como prisma aceptable para contemplar la vida.
Suya es la última colaboración de moda que ha conmovido nuestro sentido estético.
El artista británico exhuma, esta vez, el alma de un diseñador. E insufla su espíritu en una colección de pañuelos de seda en los que vida y muerte danzan una estudiada coreografía. Para recordarnos, alegremente, que no hay final sin nuevo comienzo.
A Damien Hirst siempre le ha hecho tilín un memento mori de luxe.
-Las calaveras forradas de diamantes, como de casa de ruso hortera.
-La arquitectura vital macabra mostrando impúdica su contenido.
-La taxidermia delirante que ofrece inmortalidad a los damnificados.
Cual mexicanos, estamos de francachela todo el rato, puesto este año el (ya mítico) diseño de calaveras de McQueen cumple 10 años.
Nada mejor que una efeméride para pillar artista de relumbrón que eleve el asunto a la categoría de los cielos. 30 diseños exclusivos en los que los dos universos se fusionan. La naturaleza es el hilo telúrico que entreteteje los pasos de baile. Mariposas, escarabajos y arañas, se combinan en un alucinado mandala para formar la calavera de la firma.
¿Hay vida más allá de la muerte? McQueen debe estar bailando en su tumba.
Puedes encontrarlos en las boutiques de Alexander McQueen y en su tienda online.
Precio: desde 420 euros.