Antes que nada tengo que decir que odio la palabrita, porque esto del antiaging es como un oximorón. Vivir es incompatible con no envejecer, ya que desde que nacemos ya estamos muriéndonos. Todo lo que ocurre en medio es “aging”. Así es que antiaging, si no traduzco mal, es antivida. En fin, sería un largo debate… Como decía aquel: ¡felicidades por tus 60!, ¿cómo lo llevas? Gracias, ¡fenomenal!, porque teniendo en cuenta la alternativa….
Pues eso. No vamos a hablar aquí de los beneficios del yoga, la meditación, saber respirar, hacer una buena dieta, cuidarse por dentro y por fuera porque eso ya todos lo sabemos, pero estos hábitos requieren constancia, tiempo y disciplina.
Hoy os vamos a proponer 5 gestos rápidos, sencillos y potentes para maximizar vuestra salud y su traducción externa; la belleza, como si le pones un turbo a todo el proceso. Los resultados los puedes ver en pocos días.
1) Las superfoods. Inclúyelas en tu dieta. Son fáciles de encontrar pero a veces las tenemos tan a mano que no les hacemos los honores con la suficiente asiduidad. Cómelas todas las semanas pues constituyen potentes antioxidantes con efectos increíbles sobre la salud. Son éstas:
Judías (pintas, blancas, negras), Arándanos, Brocoli, Avena, Naranjas, Calabaza, Salmón, Soja, Espinacas, Té verde, Nueces y Yogur.
2) Un día de ayuno al mes. ¿Porqué? ¡Porque limpia el hígado! Y ¿quién es el hígado? es el Dr. Limpiador de nuestro organismo. Cuando ayunamos, el hígado, en vez de filtrar las toxinas que encuentra en la comida (metales pesados, conservantes, colorantes, lejías, cal, etc)) para que no entren en nuestro torrente sanguíneo, se dedica a filtrar las que ya están. Es decir, cuando no tiene trabajo “hacia fuera”, limpia “hacia dentro”.
3) Limpieza del intestino (hidroterapia de colon, enemas caseros, o semillas de Psylium. ¿Porqué? Porque un intestino descongestionado nos va a garantizar una buena absorción de alimentos y una vital barrera de protección. Los orientales lo consideran el órgano Rey del organismo y en occidente lo tenemos tan descuidado que si pudiéramos ver su estado seguramente seguiríamos este consejo. Se traducirá en una piel radiante.
4) Inversiones cabeza abajo. Posturas invertidas del yoga. Haz aunque sea solo una al día. Supone una verdadera ducha de sangre fresca y renovada a todos los órganos de nuestro cuerpo que por efecto de la gravedad no tienen este privilegio. Recomiendo tres según nivel de pericia: Sirshasana (postura sobre la cabeza) Sarvangasana (la vela, o postura sobre los hombros) o Halasana (el arado). Una al día. ¡¡mejora la vista, la concentración y la autoestima!!
5) ¡Exfóliate! Igual que nos limpiamos los dientes, el cabello, o las manos, exfoliarse es el equivalente a quitar todos esos residuos que nos sobran del organismo que se depositan en la piel. Es mucho más que un gesto de belleza. Es un gesto totalmente esencial para que las células de nuestra piel se puedan renovar…
…y todas sabemos lo que eso implica. ¡Os doy una receta de exfoliante casera bautizada “exfoliante milagroso”cuando queráis!
¡A empezar hoy mismo!