escala noorwood

Grados de alopecia según la escala Noorwood

El AGA, o alopecia androgenética, es el nombre técnico de la calvicie más común. Su principal causante es la testosterona y afecta sobre todo a hombres, pero también a mujeres sensibles a los andrógenos.

La caída del cabello es ninguna cuestión baladí.  Aunque siempre hay quien lo asume con total indiferencia y se apunta al rapado o a lucir cuero con salero: afortunados ellos. Para otros afectados es motivo de obsesión y angustia. Y de ello se nutren las muchas clínicas contra la alopecia que te prometen una regeneración cuasi milagrosa -pero ¡vaya por Dios! bastante cara-, al más puro estilo vendemotos de feria adaptado a nuestros días. No es que lo que propongan no funcione: en muchos casos sí. Es que hay soluciones igual de eficaces, pero mucho más gratas para tu bolsillo, adoptables en casa en 10 minutos, SIEMPRE previo diagnóstico y receta de un buen dermatólogo o tricólogo.

El tratamiento del AGA en casa, para buena parte de los diagnosticados, es sencillo, económico y muy básico. Bastan dos productos, el dúo bombástico.

 

calvicie femenina

Alopecia femenina

Minoxidil. De efecto vasodilatador, NO frena la alopecia, pero sí ayuda a regenerar el pelo siempre que el folículo aún produzca. Lo llamativo es que es el único vasodilatador que funciona, sin conocerse la razón.

Es especialmente útil si se padece de alopecia areata; se aplica allí donde se claree (entradas, raya…)

Se encuentra en tres concentraciones: 5%, 10% y 15%. Se aplica una o dos veces al día sobre el cuero cabelludo seco, con la ayuda de un breve masaje. Se recomienda usar 1 ml en cada aplicación, de manera que cunde muchísimo. Conviene lavarse las manos con cuidado tras aplicar el medicamento y ¡cuidado si tienes gatos! Es altamente tóxico para ellos.

Se encuentra en farmacias y online, de diversas marcas o de fórmula magistral, con ciertas diferencias de precio. En cualquier caso es un producto muy económico.

Se vende sin receta, aunque debe ser un dermatólogo quien te lo aconseje. En cuatro meses se ven resultados. Y ojo: si te funciona es para toda la vida.

Finasteride: la terapia hormonal. Se usa tanto para la hiperplasia prostática como para la alopecia.

La finasteride inhibe la sensibilidad de los folículos a la DHT, acrónimo de dihidrotestosterona, el largo y molesto derivado de la testosterona por obra y gracia de la enzima 5-alfa-reductasa. Los folículos que no gustan de la dichosa hormonita reaccionan amilanándose, reduciendo progresivamente su tamaño y finalmente muriendo. La finasteride consigue que se produzca menos 5-alfa-reductasa, de modo que la testosterona no llega a convertirse en su prima bastarda. Por esto detiene la alopecia y favorece la regeneración capilar.

DEBE recetarla un médico tras valorar el caso. Los efectos secundarios, que afectan a cierto número de pacientes, incluyen disminución de la libido, de la erección y del volumen de la eyaculación.

Existe versión oral y también tópica, con nuevas fórmulas que logran penetrar la epidermis. Estudios recientes concluyen que su eficacia es comparable a la oral, sin los efectos secundarios.

Precio medio por el tratamiento al mes: unos 15 o 20 euros.

calvas

Además hay muchos otros productos que puedes añadir a tu dieta capilar.

El AGA es un proceso inflamatorio que cursa con una excesiva producción de sebo endógeno. Para reducirlo, hay pacientes que usan Fungarest Gel como champú por su acción anti-seborréica. El principal activo es el ketoconazol, un fungicida que arrastra las bacterias –a veces, demasiado, puesto que puede resecar mucho el cuero cabelludo-.

Se recomienda usarlo en dos lavados a la semana.

Precio: unos 3 euros.

También son útiles para mejorar la calidad del pelo el aloe vera tópico, el colágeno marino (oral o tópico), la suplementación con vitaminas A (versión palmitato de retinol) y E (o comer una vez a la semana hígado orgánico), la biotina oral o tópica (en champú), o los aceites de castor, jojoba, argán (nutren y reconstruyen cuero y fibra capilar) y, sobre todo, de emú, que actúa como anti-inflamatorio. Si notas picor o sensibilidad, el Azelac (incluye ácido acetil salicílico y ácido aceláico), te ayudará a calmarlos.

Todo se encuentra en farmacias u online (normalmente más barato si sabes buscar).

Y recuerda; tienes una herramienta maravillosa a tu alcance para informarte: internet, el cajón de sastre del consumidor actual. Sumado a tu buen criterio para separar paja de heno. Hay muchos foros y blogs excelentes donde gente en la misma lucha comparte opiniones sobre productos, compara precios, difunde nombres de dermatólogos, trucos… Úsala con cabeza y contrasta todo con tu médico antes de lanzarte a las clínicas. ¡Que no termines tirándote de los pelos!