pH, 4, 5; 5, 5… Cifras y letras se combinan en el nuevo gel de ducha 2 en 1 de Natural Honey, que incorpora un doble cuidado para mantener los pH de la piel y la vagina en perfecto equilibrio. Número arriba, número abajo… Deja que hagan cuentas entre ellos mientras te olvidas de la irritación.
Hubo un momento histórico en que no sabíamos qué era el pH. Después, las misteriosas letras llegaron a nuestra vida, ocupando ese espacio para no abandonarlo más.
Ahora sabemos que el pH es la medida de acidez o de alcalinidad de un elemento, y que mantenerlo equilibrado en un número exacto es un salvoconducto de salubridad y confort. Lo ideal es la neutralidad. Un pH ‘diplomático’ que no dé la nota, vamos. Y éste se estipula en el número 7. Cualquier cosa por debajo es ácido, y por encima es alcalino.
Cada tejido tiene su propio nivel saludable. El adecuado para la piel es el consabido 5,5. El de la vagina es 4,5 en la etapa fértil, un medio ácido necesario para mantener la flora vaginal en equilibrio y las bacterias, el hongo de la candidiasis, los estreptococos y demás microorganismos a raya.
Se dan variaciones durante la menstruación (la sangre tiene un pH de 7,4), el embarazo o la menopausia (la progesterona manda). Las relaciones sexuales también aumentan el pH ya que el semen tiene un pH alcalino de 7,1 a 8. Todas estas alteraciones son perfectamente normales mientras no se conviertan en una molesta vaginitis.
La vaginitis es una alteración del pH que puede devenir en irritación, descarga de flujo abundante, picor u olor. Como medida de higiene, se recomienda limpiar la vagina únicamente con un jabón muy suave, de glicerina. O bien con un gel específico para la zona que no sea demasiado alcalino.
La fórmula de este gel 2 en 1 incorpora flor de loto, un regalo para las pieles más sensibles por sus propiedades suavizantes y calmantes.
¿Lo mejor? Tener en un solo bote el gel de higiene íntima y el de uso habitual.
No contiene alérgenos ni ninguna otra sustancia que pueda causar molestias.
Precio: 2,39 euros / 600 ml.