El triptófano es precursor de la serotonina, el neurotransmisor implicado en el equilibrio bioquímico del cerebro y responsable de regular el estado de ánimo. Si te notas flojita estos días, no descuides tu alimentación, si esto no fuera suficiente, puedes añadir un suplemento.
Llamamos primavera a ese breve tránsito que se extiende entre el frío polar y el calor más asfixiante, combinado, a veces en el mismo día, elocuentes muestras de ambas facetas estacionales. Es astenia primaveral, ese carrusel de sensaciones adversas que puede resultar agotador.
Ser la pelota en un partido de tenis tiene eso, que en cualquier momento te puedes llevar un revés que te deje fuera de juego. Cuando esto sucede, el decaimiento y la fatiga entran en escena. La astenia primaveral ha venido y sabemos muy bien cómo ha sido.
Animalitos como somos, algunos más que otros, no nos mantenemos ajenos a los cambios de horario, horas de sol o vaivenes climáticos. Todos estos factores pueden devenir en un estado de ánimo pocho y un humor de perros mojados.
Entre los elementos que modulan estos cambios se encuentra un origen claro: el descenso de los niveles de triptófano. ¿Cómo, criptonita? No, pero casi. El triptófano es precursor de la serotonina, el neurotransmisor implicado en el equilibrio bioquímico del cerebro y responsable de regular el estado de ánimo.
Si te notas flojita estos días, no descuides tu alimentación; el triptófano se encuentra en alimentos como los huevos, los plátanos, la leche o los cereales integrales.
Si esto no fuera suficiente, puedes añadir un suplemento. Triptomax, de Esteve, con su bien de triptófano y su cóctel de vitaminas B, magnesio y hierro, es una de las opciones de la que te puedes surtir para paliar la ansiedad y la fatiguita española. Ánimo, que en dos días llegará la canícula, ¡piensa que al menos puedes usar tus chaquetas de entretiempo!
Precio: 16,35 euros.