¿Te apetece irte a un Spa? No te enfades, es broma, es retórica, es guasita tuna, menuda pregunta. ¡Cómo no te va a apetecer! Es uno de los planes más seductores para quienes necesitan unos días de asueto, manos al cuello –pero relajantes- y relajación de los sentidos. El descanso del guerrero al final de largas jornadas en la batalla.
El Spa de Vichy acaba de ser reconocido en los Premios World Spa 2012 como el Mejor Destino SPA para la piel sensible. Un jurado de expertos de la industria del Spa –eso es un trabajo- lo han elegido por la calidad de sus servicios y ambiente, un remanso de bienestar y gran especialización dermatológica, gracias a los beneficios de su Agua Termal de Vichy.
El secreto es, precisamente, la virtud de las aguas, de propiedades alabadas y glosadas desde la antigüedad. Tanto es así que los baños termales tienen como musa a Venus, la diosa de la belleza.
Tampoco se les escaparon sus beneficios a reyes y emperadores a lo largo de los siglos, quienes conocían el líquido elixir como “la reina de las aguas termales”. O en palabras de la Marquesa de Sévigné en el siglo XVII, “el agua milagrosa”. Actualmente es otro de los puntales del savoir faire francés y el mejor símbolo del compromiso histórico de Laboratorios Vichy con el bienestar y la belleza de la piel sensible.
El agua termal de Vichy cuenta con 12 test científicos (in vitro, in vivo y ensayos clínicos bajo control dermatológico) que avalan su eficacia, además de 3 publicaciones científicas en las principales revistas dermatológicas y 3 pósters publicados en congresos internacionales.
Un agua que conquista un terreno reservado a los mejores principios activos y que forma parte de todos los protocolos de belleza del Spa de Vichy. No la bebas, se usa como una crema.
Ana dice:
Lola 
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