Recuerdo esas amebas refulgentes, triángulos color chicle o rombos violeta chillón que dibujaban una túnica de Pucci que mi madre tenía allá por 1965, cuando hice la primera comunión. Era esa época en que las señoras se ponían gorros de latex con flecos y anémonas de mar prominentes para nadar en la piscina y cuando Mary Quant y Twiggy impusieron el pecho plano y las gafas redondas a lo John Lennon. No eramos conscientes entonces de la revolución Pucci.
¿Qué estaba aportando este marqués florentino que no había hecho ascos al fascismo italiano? Pues aportaba un sinfín de estampados apetecibles, ondulados, tan psicodélicos como las alucinaciones que veían los Rolling Stones después de meterse unos trippies de LSD.
Un nuevo libro de Taschen -Emilio Pucci- la mágica editorial que nos permite recrearnos como nadie en la vista de cualquier artista, nos pasea por la vida de un licenciado en políticas que acabó diseñando primero pañuelos y echarpes para la alta sociedad norteamericana, y ha acabado figurando en negrita destacada en la Historia de la moda. Habíamos dejado colgando lo que revolucionó y renovó. Yo creo que, aparte de sus estampados warholianos, logró desencorsetar a la mujer sesentera de tejidos un tanto rígidos como el piqué, la organza, el tafetán, para envolverlas en un punto de seda muy sensual, comodísimo, que se adaptaba como una nueva dermis a las curvas femeninas.
Cuando Marilyn lo descubrió se compró un sinfín de vestiditos de esos que se cruzan y anudan en la cintura. Le marcaban mucho el trasero pero por entonces se llevaban los panderos marcados y no tan esmirriados como ahora. A la lista de VIPS se apuntaron Grace Kelly, Lauren Bacall, las top-models o Liz Taylor, que de pronto se sintieron rejuvenecidas.
En 1992, el grupo LVMH compró el 67% de la firma y su hija Laudomia – muy pija y en el ¡Hola! cada dos por tres- se convirtió en la directora de imagen. Además de prendas de esquí, lencería o toallas, Pucci ha diseñado toda una colección de maquillajes para Guerlain, absolutamente refinada. Como casi todo en lo que el marqués don Emilio dejó su huella.
Emilio Pucci. Editorial Taschen. Precio: 49.90 euros