La alfombra roja de los Oscars 2013 y el poco glamour de Hollywood

Anne Hathaway de Prada

Esta madrugada el planeta entero ha puesto su mirada en los premios del cine mundial. En el Dolby Theatre de Los Ángeles se han entregado los Premios Oscar y la expectación se concentró, a partes iguales, en la alfombra roja y en la ceremonia de entrega.

Dentro del teatro, la noticia estuvo en unos premios muy repartidos y fuera, en los pocos aciertos de las actrices, se podían contar prácticamente, con los dedos de una mano. Mirando y remirando los looks, las que más me han gustado sobre la alfombra fueron las portadoras de fantásticos pelos cortos, que demostraron lo femenino que puede ser un cabello corto.

Charlize Theron de Dior

Charlize Theron estaba fantástica con su corte de pelo rockero y un vestido blanco con peplum de Dior. A mi me gustó, aunque ha habido opiniones para todos los gustos, la elección de Anne Hathaway, que aunque dijo que iría de Valentino, finalmente eligió un diseño rosa de Prada que muchos criticaron porque no encajaba bien con su cuerpo, ¿qué os pareció?

La elección de Halle Berry, otra que lleva el pelo corto como pocas, era arriesgada, su diseño de Donatella Versace era complicado, pero es difícil que a ella algo le siente mal.

También metalizada fue la opción de Naomi Watts, que se decantó por un diseño plateado de Armani Privé, el escote era algo difícil de llevar, pero a mi me parece que acertó. En el cabello, un recogido algo despeinado con volumen en la parte superior.

El mismo diseñador –Armani Privé– eligió Jessica Chastain, que estaba fantástica con un vestido en tonos nude: rosa y cobre con pedrería y escote corazón. Un look muy “happy birthday Mr. President” -son sus palabras- que remató con pelo a un lado con ondas y labios rojos. Es raro que se equivoque. Nada más verla me pareció idéntica a Jessica Rabbit. Su peinado mejor que en Los Globos de Oro, la raya en medio no la favorece.

Y llega el momento “bodorrio”, podrían haber ido desde la ceremonia directas a contraer matrimonio o a protagonizar una película de princesas de Disney, Jennifer Lawrence, con un diseño rosa empolvado de Raf Simons para Dior que le jugó una mala pasada porque casi se mata al subir a recoger el Oscar como mejor actriz protagonista. Y Amy Adams, con un Oscar de la Renta con cola en color tórtola.

Y a partir de ahí, galería de los horrores: Kristen Stewart con un vestido poco acertado de Reem Acra Couture y pelos de recién levantada de la siesta, con un empacho de dorados René Zellwegger -de Carolina Herrera– y Catherine Zeta Jones -de Zuhair Murad-.

De dorado y mezclado con negro el inexplicable diseño que de L’Wren Scott que eligió Keith Urban para su esposa Nicole Kidman. Y no defraudó, nunca lo hace, pero para mal, claro, Helena Bonham Carter, con un vestido bicolor de Vivienne Westwood.

Quiero salvar a Helen Hunt, porque demostró que es posible llevar un vestido de H&M a los Oscar y dejar el listón alto. La pega, que el collar no era, ni mucho menos, low cost.

Esta galería de poco glamour se debe, en cierta parte, a las grandes ausencias de actrices que casi siempre aciertan y suben unos cuantos enteros el glamour general. Eché de menos -mucho- a Michelle Williams, otra que luce el cabello corto como pocas, a Gwyneth Paltrow, que dejó a todos sin palabras el año pasado con su vestido de Tom Ford, también faltaron Natalie Portman, Cameron Díaz, Angelina Jolie, Penélope Cruz, Cate Blanchett, Milla Jovovich…