Ahora que está de moda (y lo que te rondaré morena) sacar todo de quicio y montar un Tribunal de Inquisición Lumpen Proletaria por cada palabra considerada ‘de más’, voy a esforzarme mucho por arrancar el post con algo contundente, como que este año en los Óscar, las grasas de las actrices se van a agrupar violentamente en la lucha final. ¡Gracias a las fajas!
Así es, camarada. Tú y yo ya lo sabíamos. Que sí, que son divinas y que tienen nutricionistas y entrenadores personales hasta para sonarse la nariz, pero que donde la macrobiótica no llega siempre queda la socorrida faja, herencia de un pasado encorsetado y actualizada con tanto esmero que hasta una Riot Girrrrrrl puede contemplarla con arrobo, pensando ‘pues no está tan mal el invento’.
Debajo de los adoquines está la playa, y debajo de los Elie Saab y compañía estará este año uno de los ‘gossips’ mejor guardados en Hollywood: las fajas Maidenform.
Se trata de unas prendas interiores con la última tecnología para corregir o aumentar allí donde hace falta, gracias a una tecnología innovadora que las hace “aún más cómodas que las Spanx”, según aseguran las propietarias de las carnes.
Las fajas no tienen costuras de ningún tipo y se adaptan al cuerpo como una segunda piel, permitiendo el posterior embutido en la más alta costura… amén de en los vaqueros del Instituto.
Las fajas, braguitas y sujes Maidenform se pueden adquirir online.