Recuerdo muy bien la ilusión que me hacía de pequeña el día de Reyes, cómo preparaba mis zapatos más cucos bajo el árbol, las galletas y el agua de los renos, la antelación con la que escribía la carta –por estas fechas, ya había sufrido varias revisiones de estilo, amén de diversos apuntes maternos sobre la cantidad y orientación de los regalos a pedir– y la infinidad de horas de diversión que me daba una cocinita o una escuela llena de alumnitas a las que hacía vivir aventuras mil.
La misma ilusión que sentíamos nosotras es la que queremos trasladar a nuestros hijos, de paso que les transmitimos algún ‘valorcillo’ que otro, como el criterio a la hora de elegir un regalo; una herramienta la mar de útil para que en un futuro sepan que eso de comprar + tirar es una operación propia de quien no sabe por dónde le sopla el viento. Los Reyes trajeron oro, incienso y mirra, no kilos de plástico inservible…
Como sabes, el juego es el sistema de aprendizaje básico de un niño, la mejor manera que tiene de entender el mundo y su funcionamiento mientras extrae sus propias conclusiones. Los niños tienen que jugar. Prueba a darles una fascinante lección de vida a través de un discurso adulto y luego repite la experiencia transmitiendo lo mismo con un par de calcetines con ojos: esta vez lo entenderán.
Si tienes dudas para elegir juguete, piensa en aquellos que más te gustaron de pequeña. Seguramente tengan un hilo conductor basado en:
-Las horas de juego que te dieron.
-La cantidad de posibilidades que extrajiste.
-El hecho de poder compartirlos con amigos o tus padres.
-El hecho de poder asumir otro rol distinto al de niña y ser la maestra, una troglodita o una superheroína.
-Que tuvieran sentido dentro de tu mundo, ya sea porque te fascinara el espacio como porque te gustara moldear figuras con arcilla.
Como verdaderos Reyes de la casa, realizar una compra consciente es más necesario ahora que nunca. Un buen juguete, de calidad, que te permita jugar con tus hijos o que jueguen solos mientras desarrollan su creatividad, es atemporal.