Lo prohibido siempre ha tenido un quéseyo de lo más atractivo que hace que inmediatamente apetezca realizarlo.
El popular “esto debería estar prohibido” referido a unas suculentas posaderas o a unos pectorales bien definidos, deja en el aire la autoconsciencia de saber que uno sería capaz de perderse “si le dejaran” cometer las más violentas tropelías con esos objetos de deseo.
La belleza abunda en esa línea y sugiere dimensiones fuera de la ley en sendas máscaras de pestañas: Eyes to Kill, de Armani e Illegal Lenght Fiber Extensions de Maybelline.
Eyes to Kill no es novedad, pero es mi máscara preferida en este planeta. Hace unas pestañas sólo posibles en sueños, largas, abundantes, con una curvatura duradera, oscuras como la pez de principio a fin. Enmarca una mirada capaz de matar, una mirada que sería declarada culpable en cualquier juicio.
Precio: 29 euros.
Illegal Lenght Fiber Extensions de Maybelline rompe todas las reglas de la física para prometer 4 mm más de pestaña. Si no te lo crees, haz la prueba, te retan a que te las midas. El secreto es su especial cepillo de fibras, con 6 puntos de contacto diferentes con cada pestaña que logran una fijación revolucionaria.
Precio: 9,99 euros.
¿Hasta qué punto se alzan tus pestañas?
Gloria dice:
Ines 
Natalia 
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