A lo mejor pueden parecerte algo pasado de moda pero están convirtiéndose en tendencia, cada vez son más las firmas que lanzan sus propios champús en seco y su uso se extiende en las pasarelas de todo el mundo. No sustituyen a los tradicionales –hay que seguir lavando el cabello, por higiene más que nada- pero sí pueden sacarte de más de un apuro o pueden ayudarte a conseguir mejores resultados a la hora de peinarte. Los estilistas los utilizan, cada vez más, para realizar peinados y recogidos con volumen y duraderos porque consiguen controlar el peinado y una fijación natural. Su antepasado son los polvos de talco que usaban nuestras abuelas en un tiempo en el que eso de una ducha de agua caliente era algo para ricos, y en su mayoría ahí está la clave de su eficacia, contienen polvos que presentan gran afinidad con los cuerpos grasos y los absorben (almodón de maíz, arroz, sílice, talco…). En la misma línea, pero concebido para dar volumen, no como tratamiento de limpieza, es Volume Maker de Shu Uemura.
Son especialmente útiles para los cabellos finos, con tendencia grasa que se ensucian fácilmente y se aplastan, en un momento aporta volumen, textura y le quita esa sensación de pesadez. Porque en esta vida de locos que llevamos, no siempre tenemos una ducha cerca, o simplemente tenemos una cita por la noche, nos hemos lavado el pelo por la mañana y no nos apetece volver a hacerlo, es importante saber que existen. Pero sus posibilidades van más allá de una solución de emergencia, se puede utilizar después de lavar el cabello para dar un extra de volumen aplicándolo en la raíz, como una laca para fijar el peinado aplicándolo en el largo del cabello o para dar textura al cabello tanto en recogidos –en las pasarela de todo el mundo se ha utilizado en coletas bajas o incluso recogidos con cardado- como en medios y puntas de melenas sueltas.
Uno de los últimos en llegar ha sido el de Schwarzkopf. Gliss Dry Shampoo es su champú en seco de venta en perfumerías y grandes superficies.
El de Klorane es quizá uno de los más veteranos, la firma de Pierre Fabre tiene dos, uno formulado con avena para el cabello normal, y otro para pelo graso con ortiga blanca.
René Furterer tiene Naturia, un champú en seco con arcilla blanca absorbente. También contiene polvos micronizados de sílice, almidones de arroz y maíz y aceites esenciales de menta, alcaravea y albahaca.
No Drought es el champú en seco de la vegana Lush, un producto a base de harina de maíz, carbonato de magnesio, talco y aceites de lima y pomelo.
Express Dry Shampoo de Sephora, sin parabenos y con extracto de guaraná que aporta fuerza y brillo al cabello.
La firma nicho Philip B., dentro de su línea capilar antienvejecimiento Russian Amber Imperial también cuenta con un champú en seco sin parabenos a base de ámbar, extractos de ortiga, manzanilla, bardana, romero, salvia o semilla de uva. Además de limpiar el cabello lo perfuma.
En todos los casos, excepto el de Lush, el modo de empleo es similar –aunque siempre conviene, claro, leer las instrucciones-, se agita, se pulveriza sobre la zona que se quiera limpiar a unos 30 cm del cabello, se espera un rato –depende del producto, mira siempre el modo de empleo, en todo-, y después se cepilla para eliminar los residuos. Para utilizar No Drought debes echar un poco de producto en los dedos, masajear con ellos la raíz y después cepillar. En cuanto al secador, los estilistas recomiendan que si se utiliza, se haga con el aire frío.
Precio Gliss Dry Shampoo de Schwarzkopf: 4,49 / 200 ml
Precio champús en seco de Klorane: 11,60 / 150 ml.
Precio Naturia de Rene Furterer: 11 euros / 150 ml.
Precio de No Drought de Lush: 10,50 euros / 115 mg.
Precio Dry Shampoo de Sephora: 6,20 euros / 75 ml.
Precio de Russian Amber Imperial Dry Shampoo de Philip B: 36 euros / 88 ml.