19 de octubre 2012. Día Mundial del Cáncer de Mama. Pensaba empezar este post con el Código Europeo contra el cáncer aprobado por la Unión Europea (última revisión junio 2003) y sus 11 ingredientes para la prevención de cualquier tipo de cáncer, pero me he dado cuenta que está llena de prohibiciones, obligaciones y política sanitaria. Y al final, los enumeraré, en primer lugar, dice: no fumes. En segundo: evita la obesidad. Tercero: haz ejercicio. Cuarto: Come frutas y verduras. Cinco. No bebas alcohol en exceso, una copita si eres mujer y dos si eres varón. Sexto: Evita el sol. Séptimo: Aplica la legislación laboral en cuanto a exposición a sustancias que pueden producir cáncer. Octavo: A partir de los 25, pruebas de detección precoz de cáncer de cuello de útero. Noveno: A partir de los 50, mamografía al canto (antes era a partir de los 40, cosa que yo recomiendo). Décimo: A partir de los 50, pruebas de cáncer de colon y Undécimo: Participa en los programas de vacunación contra el virus de la hepatitis B.
A esto yo le llamaría curarse en salud y está más o menos bien, pero no del todo bien. La parte buena es la prevención que conlleva la curación en la mayoría de los casos. Dicen que las pruebas han mejorado: mamografia (1960),ecografía mamaria y resonancia magnética. Como paciente que ha probado todas, definiría que la primera es como un sandwich de pecho con aplastamiento doloroso a presión máxima; no respires, respira al terminar. La segunda es la más light, aunque un poco pegajosa, pero la resonancia magnética es una sonora e indolente tortura, pero al menos los médicos lo ven todo perfecto que es de lo que se trata y a día de hoy es la mejor prueba para salir de dudas, también la más cara, por eso casi no se recomienda ni siquiera en las sociedades médicas privadas.
La parte menos buena es que a la ciencia médica todavía le queda mucho por hacer y por descubrir respecto al cáncer, el de mama y todos los demás. No quiero dar cifras porque ya estamos todos un poco saturados. En este caso, las primas de riesgo, seguimos siendo las mujeres, y un porcentaje pequeño de hombres que también padecen cáncer de mama con lazo rosa en la solapa, porque hay mayoría de féminas.
Detrás del romanticismo del color rosa, llegamos al reluciente color del dinero. Sí, para superar el cáncer también se necesita dinero, aunque no es lo único. El dinero es importante para poder llevar a cabo las medidas de prevención sanitaria, para poder seguir los tratamientos médicos y también para tomar los fármacos necesarios y también para poder seguir investigando y buscando soluciones… porque a estas alturas, todavía nadie sabe a ciencia cierta porque las células tumorales empiezan a reproducirse por su cuenta. Por eso, los médicos siguen sin saber por qué alguien que no ha fumado en su vida y está en su peso y hace ejercicio puede morir de cáncer de pulmón.
Además del estilo de vida, está la genética, una interesante vía abierta de investigación que está consiguiendo grandes resultados, pero todavía quedan más de 5000 mutaciones sin estudiar porque no hay suficientes investigadores y no ha dado tiempo aún a llegar a todo, aunque sí hemos hecho fotos de Marte “in situ”. ¡Ay, los presupuestos europeos, americanos y rusos! ¿Quién necesita un rescate urgente? Al parecer, primero los bancos y luego los pacientes.Los pacientes desarrollan su paciencia esperando cita, esperando operaciones, esperando soluciones y esperando tratamientos en salas de espera donde se ruega silencio.
Mi código contra el cáncer comenzaría precisamente por ser extraordinariamente paciente, muy paciente. Estar relajado en la medida de lo posible. Me sorprende que en la receta del Código Europeo contra el cáncer sólo haya 11 ingredientes, yo pondría unos cuantos más: 12. Menos estrés laboral, emocional y vital. Incluso alguno más… 13. Un poquito de sal, la sal de la vida: la siesta, el pensamiento positivo, la fuerza y algo de risoterapia o por lo menos buen humor. 14. Menos sujetadores con aros y menos corsés de cualquier modelo. 15. Menos sustancias cancerígenas en la alimentación. 16. Menos humos en las ciudades y en general. 17. Más controles sanitarios en todos los materiales que nos rodean. 18. Menos plásticos no biodegradables, y más madera. 19. Más aire puro y fresco, rico en oxígeno. 20. Menos poderes abusivos y relaciones tóxicas. 21. Menos centrales nucleares y más camas de hospital. 22. Más música y creatividad. 23. Menos política del miedo. 24. Menos guerras. 25. Menos hambre. 26. Menos incendios. 27. Más flores y árboles alrededor. 28. Más conciencia, más honestidad y más belleza interior. 29. Más libertad individual porque no todos somos iguales, menos mal. 30. Menos mal.
Puedes contribuir con un imperdible prendido a un lazo rosa. Hay muchas cosas que puedes comprar que destinan una parte de los beneficios para la investigación sobre cáncer de mama, también hay muchas fundaciones, asociaciones locales que ayudan y aceptan donativos directos discretamente. Otra forma es prestar algo de tu tiempo y energía colaborando con las personas que están pasando por un cáncer de mama.
Y si te ha tocado llevar el lazo rosa prendido en tu pecho, lucha por vivir y si necesitas ayuda, cuéntanos. Estamos aquí para ayudarte. Un abrazo rosa fucsia.