Se dice que la venta de barras de labios rojas, matiz importante, se dispara en épocas de crisis.
Se ve que las mujeres necesitamos poner buena cara al mal tiempo y nada anima más un rostro que la felicidad (sí, ya, consejo aspiracional más sobado que el de beber litros de agua de las modelos, pero ¿funciona o no?), y después un toque intenso de color en los labios, centro de todas las miradas y rasgo sensual por excelencia.
Rojos, naranjas, rosas, malvas… Sea cual sea el tono que te favorece, desenfunda con ganas los nuevos labiales de otoño, plántale un euforizante marco de color a tu sonrisa y siéntete guapa y poderosa.
Giorgio Armani se decanta por una paleta más sobria desplegada en tres tonos puros de larga duración (8 horas)
Compuestos por aceites ligeros y pigmentos densos que sellan la humedad sin difuminarse ni quebrarse.
Según afirma Linda Castello, make-up artist de Giorgio Armani, “este otoño, Giorgio Armani reinventa la textura con su visión única del color, contrastando tejidos y formas para enfrentar una estética masculina a una feminidad elegante“.
El resultado, un labio perfectamente cubierto y confortable. Los aceites ligeros y los pigmentos densos dan color a los labios, sellando la humedad sin difuminarse o quebrarse.
Precio: 22,90 euros.
En cuanto a los ojos, la propuesta de Giorgio Armani abunda en la línea de sofisticación que marcan los labios.
El acabado es luminoso y de larga duración gracias a la nueva tecnología Color Fil desarrollada por la marca. Se incluyen dos lápices de ojos waterproof de definición pulida ¡durante 16 horas!
No parece muy fácil de hacer en casa con estas manitas, pero la mirada queda magnética.
Teatral y muy elaborado, el resultado es un maquillaje neoclásico con cierto toque decadente.
Precio: 69,50 euros y los lápices 31,40 euros.
Quizá lo más temible sea terminar la noche con el párpado sucio y lleno de manchas. Sin embargo, y gracias a la nueva tecnología desarrollada por la marca, los polvos se fijan con una goma similar a la silicona que crea un efecto magnético entre las partículas, permitiendo al polvo extenderse sobre la piel como si de un tejido flexible de larga duración se tratase.
Es decir: un acabado cómodo y ¡sin manchas!