El mar sirve de inspiración para el mundo de la cosmética, algas para cremas antiedad, fangos para tratamientos corporales, agua de mar o caviar. Pero el universo de la perfumería también encuentra algunos de sus ingredientes en las profundidades marinas. Muchas fragancias incluyen, entre sus notas, el ámbar gris. Mientras que el ámbar amarillo es una resina vegetal fosilizada, el gris procede de un animal, por increíble que parezca, es una secreción intestinal del cachalote. Casi negro y viscoso, se queda flotando en el mar, donde el agua salada, el sol y el aire lo secan y lo oxidan, volviéndose gris y endurecido.
Suele encontrarse flotando en el mar o en las playas, aunque antes se conseguía tras la caza de la ballena, por eso siempre ha estado envuelto en la leyenda, por todo el imaginario de héroes que pasaron por el vientre de la ‘bestia’ y consiguieron salvarse, desde Jonás hasta Pinocho y Geppetto. Al estar en peligro de extinción, su venta fue ilegal en Estados Unidos y otros países hasta 2005, cuando se permitió la venta del que llegaba naturalmente a las playas.
Tiene un aroma muy discreto, fino y sutil, salado, a mar, a océano, de tabaco de liar.
Antiguamente se usaba como afrodisíaco, como remedio para dolores de cabeza o resfriados e incluso en la cocina, para aromatizar salsas de carne o de pescado. Aunque este ingrediente no sólo es apreciado por su olor, sino por sus propiedades como fijador del perfume, permitiendo que éste se adhiera adhiera a la piel o a telas y permitiendo que dure más, y por su capacidad de componer un olor, de integrar sus notas.
La casa Hermès creó en 2004 Eau des Merveilles, un aroma seco y amaderado, después llegaría Elixir des Merveilles, más tarde los matices licorosos de Parfum des Merveilles y luego la chispeante y más ligera Eau Claire des Merveilles. Ahora, la familia crece y en septiembre llegará Ambre des Merveilles, una nueva fragancia con el ámbar gris en su nombre y en su composición. Un perfume con el que, en palabras del perfumista de la firma Jean-Claude Ellena, ‘la mujer se hace sensual y misteriosa’.
Ámbar, vainilla, ládano y pachulí se mezclan en este nuevo perfume femenino que se presenta en un frasco que sigue la serie Merveilles, pero que para la ocasión se ‘viste’ con una banda de oro.
Precio: 87 euros / 50 ml. – 123 euros / 100 ml.