¿Tú por qué viajas? Supongo que me dirás que por placer, por descanso, para cambiar de aires, en busca de nuevas culturas, de aventuras, para ampliar miras, conocer otras formas de vida, de pensar… Pero, ¿alguna vez has viajado al extranjero para operarte?
Sí, sí, no pongas esa cara, no me estoy inventando nada. En 2011 y durante los primeros meses de este año, ha aumentado un 64% el número de personas que deciden hacerse una operación de cirugía estética en el extranjero. Auténticos paquetes vacacionales con un precio cerrado y muy bajo, que incluyen el viaje, la estancia y la operación, ¡estamos locos! La consecuencia suele ser que regresan a España con problemas derivados de intervenciones demasiado baratas y no muy fiables.
Turismo de bisturí que aumenta con la llegada de las vacaciones. En lugar de aprovechar el mes de descanso para tirarme a la ‘bartola’ en la playa, pues me opero en vete tú a saber qué clínica y de paso, arriesgo mi vida a unos cuantos de miles de kilómetros de mi casa, para facilitar que mi familia pueda venir a por mí si la cosa se complica. Perdonadme el sarcasmo pero es que hay cosas…
Según un informe elaborado por el Doctor Mauricio Verbauvede, Latinoamérica es el destino más solicitado porque las ofertas pueden llegar a ser de un 70% menos con respecto al precio en España. Países como Bolivia, Argentina o Brasil, son algunos de los que promueven este tipo de actividades a los turistas, a un precio muy bajo –según anuncian estas agencias, frente a los 7.000 euros en Europa, 2.500 en Bolivia– y con la garantía del anonimato.
Según afirma el Doctor Verbauvede –cirujano plástico miembro de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética)- la mayoría de estos pacientes inconscientes, contratan ‘paquetes’ de 15 días, un tiempo insuficiente para el postoperatorio, pero es que además, para volver a España, deben pasar largas horas de vuelo con los riesgos que ello implica.
Los médicos españoles se encuentran con grandes cicatrices, infecciones, falta de seguimiento… Esto en el mejor de los casos, porque en 2008 una mujer española murió en Buenos Aires en una operación de aumento de pecho. Muchas de estas personas se ponen en manos de cirujanos que no tienen títulos homologados y que no pueden hacer el seguimiento –fundamental después de una intervención-. La cirugía estética no es un juego y como cualquier intervención quirúrgica entraña riesgos.
Por supuesto ni hablemos de denunciar una mala praxis en el extranjero, resulta enormemente costoso y complicado porque las leyes son distintas a las de España.
Ante este panorama, el Doctor Verbauvede aconseja a quien decida emprender este ‘viaje estético’, que reflexione detenidamente y se haga estas preguntas: ‘¿Quién se hará cargo de mi postoperatorio, las curas, quitar los puntos, etc.?, ¿quién se responsabilizará del resultado, ¿quién me hará el seguimiento y me dará las instrucciones o dirigirá los tratamientos postoperatorios para obtener el mejor resultado?, ¿quién me podrá hacer los retoques que pueda necesitar?, ¿si las cosas van mal, a quién y en qué país reclamaré?, ¿me harán la operación y la anestesia correcta, o para disminuir riesgos y acortar la evolución me harán una operación “a medias”?…
No juegues con tu salud y aprovecha las vacaciones para lo que están pensadas: descansar y volver, después de ellas, en las mejores condiciones -mentales y físicas- al trabajo. Lo barato, cuando se trata de salud, sale caro.