El verano es también la estación de las frutas. La dieta se llena de vitaminas y betacarotenos gracias a los zumos y ensaladas de frutas frescas. Si te gusta consumir frutas en la dieta estival, seguro que también te puede apetecer practicar la frutoterapia por vía tópica, a través de la piel.
La firma Pulpe de Vie, entre otras cosas, tiene garantía de frutas, lo que significa que como mínimo sus productos tienen un 25% de ingredientes procedentes de la fruta, de los cuales un 50% son de origen biológico lo que les acredita con la etiqueta de cosmética bio.
La nueva cosmética tiene mucho sabor y ricos aromas. Rico, rico…
Sin embargo, no encontrarás aceites esenciales porque las propiedades aromatizantes de las aguas de frutas son suficientes para formular una cosmética natural, pero suave y sin riesgo de alergias. Resulta que los aceites esenciales son demasiado potentes para determinados tipos de piel y por supuesto, no son aptos para aplicar sobre mucosas: ojos, nariz y partes íntimas. ¡Escuecen!
Pulpe de Vie tampoco lleva: ingredientes transgénicos (OGM), siliconas, parabenos, perfumes, colorantes de síntesis, phenoxythanoles, ni PEG.
Una refrescante y sabrosa marca bio que apuesta por la eficacia, el desarrollo sostenible y la innovación. Pulpe de Vie nace del sueño común de dos amigas enamoradas del Sur de Francia, que querían dar a las mujeres productos de belleza naturales, que transmitieran la verdadera “esencia de la vida”.
Su logo es una abeja porque sin este pequeño animalito sencillamente no habría vida y porque son las abejas las que polinizan las flores y después de su trabajo nacen las frutas. Además, las abejas están en vías de extinción a causa de los pesticidas. Por eso, Pulpe de Vie es miembro de la asociación “un techo para las abejas” que colabora en su protección y contribuye al desarrollo de sus colonias.
Estas dos emprendedoras querían crear una marca que no impusiera su imagen y que no culpabilizará a la mujer en sus mensajes, sino que aportara alegría. Una marca “anti-gris”, con sentido del humor, y que no emplea terminología propia de la cirugía estética.
Precios: entre 11 y 26 euros