Hay miradas que matan, otras que te traspasan, las hay de amor, de admiración, de asombro…, con la mirada se pueden expresar prácticamente todos los sentimientos que experimenta el ser humano. Los ojos son lo que da expresión al rostro, nuestra forma de comunicarnos sin decir ni una palabra. Por eso, debemos cuidarlos, protegiéndolos como es debido ahora que llega el momento de exponerlos más de lo normal al sol, y no olvidándonos de su contorno, porque es la zona del rostro con la piel más sensible y fina.
Muchas mujeres tienen completamente introducida la hidratante de día y de noche en su rutina diaria, pero no el contorno de ojos. Y nos acordamos de él cuando ya empiezan a aparecer en esta parte del cutis, los primeros signos del envejecimiento. Siempre os decimos que la cosmética no hace milagros, pero ayuda a que esos signos de la edad no sean tan pronunciados, y para conseguirlo es necesario poner el parche antes de la herida, es decir, comenzar a utilizar contorno de ojos antes de que esas bolsas y patas de gallo hagan acto de presencia, los expertos recomiendan que se comience a aplicar alrededor de los 25 años. Repasamos su manual de uso.
Si todavía no han aparecido los primeros signos del envejecimiento, el contorno de ojos debe ser uno indicado para las primeras arrugas o de mantenimiento adaptado, eso sí, a tu tipo de piel, que lo que hará es mantener la piel elástica. Cuando ya has pasado de los 40 –o antes, si tu contorno de ojos lo requiere- y las patas de gallo y las bolsas comienzan a ser más visibles, hay que pasarse a productos más potentes, a la cosmética anti-edad, al contorno anti-arrugas.
Cuando ya tengas claro el producto que tus ojos te piden, conviene que conozcas cómo aplicarlo y saber que debes utilizarlo mañana y noche, sobre la piel limpia –previamente desmaquillada y libre de impurezas-.
Una vez has aplicado la hidratante en el resto de la cara –sin llegar al contorno de ojos, claro-, pon una gotita de producto en los dedos anular y corazón. Ojo porque necesitarás muy poca cantidad.
Se utilizan el anular y el corazón porque son los que menos fuerza tienen, porque no trata de sacarte los ojos a base de golpes, debe ser un masaje muy suave y sutil, dando ligeros toquecitos para que penetre mejor la crema. El recorrido debe ser desde el interior del ojos hasta el exterior, sin olvidar la zona donde se forman las patas de gallo y evitando que entre en los ojos.
Por supuesto todo lo que hagas por tus ojos, además de utilizar contorno, te lo agradecerán: masajes, mascarillas… Si notas más hinchazón de lo normal en las bolas de los ojos, puedes echarles una mano aplicando unas gasas empapadas con infusiones de plantas con propiedades antiinflamatorias: manzanilla, hamamelis o té verde. También puedes recurrir a las clásicas y míticas rodajas de pepino fresquitas, que también contribuirán a reducir la inflamación. O a otro remedio casero que consiste en cocer una manzana hasta que esté blanda, después se tritura y el puré se deja enfriar, una vez que esté frío se pone en los ojos durante 10 minutos.
Y como en todo, en el aspecto que tenga tu contorno de ojos cuenta dormir las horas necesarias, llevar una alimentación sana, beber mucha agua, no fumar, evitar el alcohol y no olvidarse nunca de la protección solar en la zona. Todo esto repercute de manera muy positiva en la piel de todo el rostro y también en la del contorno de los ojos.
¿Cuál es tu método infalible para que tu contorno de ojos esté perfecto?