Aunque parezca que el mal tiempo no va a abandonarnos nunca, dentro de nada estaremos maldiciendo por los rincones porque hace demasiado calor. Por eso desde las instituciones ya han empezado con su labor para concienciarnos a todos de los peligros del sol. Para que le llegue a todo el mundo el mensaje de que el cáncer de piel mata –una de cada cinco personas en Europa tendrá melanoma, en algún momento de su vida – pero también es el cáncer contra el que más podemos hacer nosotros.
Aunque está claro que la vida que llevemos influye en las enfermedades que padezcamos, en el cáncer influyen muchos factores que nosotros no podemos controlar. Sin embargo el mayor causante del melanoma es el sol y en eso sí podemos intervenir protegiéndonos de él. Pero podemos hacer algo más, según la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), hay una proteína que pueden ayudarnos en nuestro empeño para luchar contra el melanoma.
Junio será el Mes del Cáncer de Piel, por eso la Asociación Española de Dermatología y Venereología se ha puesto manos a la obra para concienciar a la población. Y la última nota de prensa que nos han enviado nos ha parecido especialmente interesante.
Según el doctor Julián Conejo-Mir, coordinador de la próxima Campaña del Cáncer de Piel, organizada por la AEDV, ‘la población ignora que cada día, en la playa o en el campo, cualquiera de nosotros fabrica un cáncer de piel‘. La piel se daña de forma letal con las radiaciones ultravioletas produciendo fallos en nuestro ADN en forma de mutaciones, hasta el punto de que el número de cánceres de piel en el ser humano es mayor que la suma del resto de los tumores del organismo. Pero una proteína, la p53, acude en nuestra ayuda –sigue sorprendiéndome la sabiduría de nuestro cuerpo- y destruye y corrige inmediatamente el inicio de ese cáncer. Pero si ese mecanismo falla, aparece el cáncer de piel.
Por eso desde la AEDV creen que la mejor opción es utilizar los denominados protectores solares biológicos, que a la vez que bloquean los rayos solares, reparan el ADN dañado, ayudando a la proteína p53. Estos son fotoprotectores que incluyen fotoliasa encapsulada en liposomas -una enzima capaz de restaurar los daños celulares- y con un factor SPF 90 para reparar el daño solar ocasionado sobre el ADN.
Y seguimos hablando de esta proteína, porque según un estudio publicado recientemente por la revista Journal Watch Dermatology, un peeling consigue estimular la proteína. Pero eso sí, un peeling químico profundo, que se realiza en consulta. Al obligar a la piel a regenerarse más rápidamente, se activa la p53. Pero eso sí, NO ES LA SOLUCIÓN CONTRA EL MELANOMA, nada puede sustituir en ningún caso la protección solar.
Pero este es sólo un estudio al que muchos especialistas dan credibilidad pero sobre el que no hay unanimidad plena, lo que sí está demostrado es que la mejor protección contra el melanoma –después de no tomar el sol, claro- es la fotoprotección, y esto tenemos que seguir recordándolo porque aunque podríamos llegar a pensar que tenemos ya una gran conciencia sobre los peligros del sol, los datos no lo confirman. Según un reciente estudio realizado en la estadunidense Clínica Mayo situada en Minnesota, lejos de reducirse, la tasa de cáncer de piel aumenta, y especialmente entre quienes aún no han cumplido los 40 años -sobre todo mujeres entre los 20 y 30 años-. Y aunque ahora estemos hablando de la importancia de protegerse en la exposición solar, esos mismos investigadores americanos responsables de este estudio, señalan las cabinas de rayos UVA como una de las culpables de este incremento. Ya hay informes que hablan de que las personas que han pasado por una cabina de este tipo, tienen un 74% más de riesgo de desarrollar melanoma.
Así que una última advertencia, que siempre os hacemos pero que no nos cansaremos de repetirla. Evita tomar el sol en las horas centrales del día -de 12 de la mañana a 6 de la tarde-, no bajes del SPF30 en tu protector y acuérdate de reaplicar cada hora y media o cuando salgas del agua, tampoco te separes de tus gafas de sol y del gorro.