La publicidad hace que nos familiaricemos con muchos términos, algo técnicos, sustancias, componentes de los alimentos y que los anuncios nos convencen de que son importantísimos para nuestro cuerpo: L. Casei Inmunitas, ácidos omega 3 y oleico, bífidus…, ¿te suenan, verdad? Una terminología algo compleja, que no sabemos lo que significa, pero que tenemos la creencia de que son ‘requetebuenos’ ¡ay, la publicidad!
Uno de estos términos que escuchamos todos los días son los famosos Omega 3. Forman parte de nuestra vida porque son muchos los alimentos que los incluyen en su etiquetado, pero ¿sabemos realmente lo que son y sus beneficios? Los ácidos grasos omega 3 son ácidos grasos esenciales -que el organismo humano no puede fabricar a partir de otras sustancias y debe obtenerlos de los alimentos- poliinsaturados y que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Gracias a ellos se forman las membranas celulares, las hormonas, la retina y contribuyen al correcto funcionamiento del sistema inmunológico, de las neuronas y las transmisiones químicas. Además, se ha demostrado que son eficaces para prevenir y tratar muchas enfermedades crónicas y no sólo las cardiovasculares.
Los omega 3 se encuentran en ciertos pescados, fundamentalmente el pescado azul, en los bivalvos (mejillones, ostras, almejas, vieiras) algunos vegetales (chía, soja, lechuga, espinacas, pepinos, coles, fresas, piña…), en frutos secos como las nueces o las almendras, en aceites vegetales como el de linaza, de soja o de nuez…
Tomar ácidos grasos omega 3 a través de la dieta o de complementos alimenticios ayuda a prevenir y tratar distintas enfermedades crónicas –además de las cardiovasculares- como las enfermedades inflamatorias, dermatológicas o cognitivas. Estas son sólo algunas de las conclusiones del congreso Infarma 2012.
Según Raquel García Fuentes, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, diversos estudios demuestran la mejoría en pacientes con distintos grados de deterioro cognitivo después de tomar suplementos de omega 3: ‘En todos ellos se observa una notable mejora, incluso en casos de Alzheimer, enfermedad de Hunginton o una grave atrofia enfermedad degenerativa cerebral’.
Otra de las áreas donde existen evidencias sobre los beneficios de los omega 3 es en la vista. Si no te gustan las zanahorias, debes saber que estos ácidos grasos favorecen el desarrollo y el fortalecimiento de la visión. Se ha demostrado que es de utilidad en situaciones con déficits de visión de origen nervioso o neuronal, como la degeneración macular asociada a la edad, la retinitis pigmentosa y otras retinopatías; e incluso patologías más leves como la sequedad o fatiga ocular.
Pero las virtudes de los omega 3 no acaban aquí, también hay evidencias científicas de sus beneficios en dermatología, en enfermedades que tienen un componente inflamatorio como la psoriasis, la dermatitis atópica o el acné. También en alteraciones provocadas por la exposición a UV, ya que aumentan el umbral de quemadura solar.
Y para las mujeres, los ácidos grasos omega 3 también son beneficiosos durante el embarazo y la menopausia. En el embarazo, pueden prolongar el tiempo de gestación, reduciendo en un 61% los nacimientos prematuros en embarazos considerados de alto riesgo y también incrementando entre 47g y 54g de media el peso del recién nacido. Durante la menopausia, los suplementos de omega 3 ayudan a controlar los sofocos, rediciendo su intensidad y frecuencia.