¿Eres adolescente o hay adolescentes a tu alrededor?, ¿estás concienciado o crees que los jóvenes están concienciados de los peligros del sol? Pues he de confesaros, que yo pensaba que sí, que estas nuevas generaciones, que cuentan con toda la información del mundo, estaban perfectamente concienciados, pero la realidad es que NO.
Esta semana he acudido a una presentación de La Roche-Posay, una de esas presentaciones de las que sales sabiendo un poco más. Esta marca perteneciente al gigante L’Oréal lleva mucho tiempo colaborando con la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) para concienciar a la población de los peligros del sol. Ahora, han puesto sus ojos en los más jóvenes, en los adolescentes, porque 1 de cada 5 personas en el mundo está en este grupo, porque el 80% del daño solar se produce entre la infancia y la adolescencia y porque el 80% de los adolescentes españoles no se protegen en las exposiciones al sol.
Para ponernos un poco en situación, nos pusieron varios vídeos con la típica encuesta por la calle preguntando a la gente. Unos vídeos absolutamente demoledores, porque no sólo los jóvenes no tienen conciencia sobre la importancia de la protección solar, es que los adultos, los que deberían transmitírsela tampoco. Preguntas aparentemente sencillas, eran contestadas de forma errónea por los adultos: no sabían que significaban las siglas SPF; tampoco tienen conocimiento de las horas más peligrosas para exponerse al sol; según contaban si se aplicaban protector, porque muchos de ellos reconocían abiertamente no utilizarlo, eso de renovar la aplicación ni se lo planteaban, ‘me aplico una vez, antes de ir a la playa y suficiente’, decía una señora; y ya para rematar, tampoco sabían lo que es un melanoma. El nivel de conocimiento entre los jóvenes estaba muy por el estilo, pero visto lo que contestaban sus padres o abuelos…
Cuando mis ojos volvieron a sus órbitas, centré mi atención en lo que nos contaba el Doctor Agustín Buendía Eisman, de la Facultad de Medicina de Granada y miembro de la AEDV. El cáncer de piel también llamado melanoma –para quien todavía no lo sepa-, es el más extendido entre la población, y especialmente entre los menores de 25 años. El color de los ojos o de la piel son factores de riesgo que hacen que seamos más o menos propensos a padecerlo, sobre estos factores genéticos no podemos actuar –a no ser que seas Michael Jackson, claro-, pero el único factor de riesgo sobre el que sí podemos actuar es la exposición solar. Por eso, con campañas y más campañas, esa es la única forma de que la población tome conciencia sobre que la exposición solar irresponsable te puede matar y modifique sus hábitos. Porque desde la Academia Española de Dermatología y Venereología han comprobado cómo las campañas de concienciación en las escuelas funcionan.
El mensaje siempre es el mismo, pero no por ello debemos dejar de insistir en él: protección solar siempre factor 30+ -no se entiende que las firmas cosméticas sigan fabricando solares con menor protección-, renovarlo cada 2 horas o cada vez que salgas del agua, no olvidarte nunca del gorro y las gafas de sol, evitar tomar el sol en las horas centrales del día –de 12 de la mañana a 6 de la tarde, o una forma más sencilla que nos enseñó el Doctor Buendía, con la que no necesitas tener un reloj delante y muy útil para enseñar a los niños: si la sombra que proyecta tu cuerpo es menor que nuestro cuerpo, la incidencia de la radiación ultravioleta es mayor y es peligroso exponerse, cuando la sombra va siendo mayor que el cuerpo, el peligro disminuye-.
Después debemos aprender a interpretar los envases. La directora científica de los Laboratorios La Roche-Posay, Leonor Prieto Cabezas nos recordó las tres reglas de oro para reconocer una crema solar efectiva y fiable:
1. Que cumple con la recomendación europea, esta determina que debe aparecer el SPF, que indica la protección de los rayos ultravioleta B (UVB).
2. Que protege contra los radicales UVA, responsables del envejecimiento cutáneo, del fotoinmunodepresión y cáncer de piel. Las siglas UVA significan que protege de igual manera contra los rayos UVA que contra los UVB. Pero además la Comisión Europea recomienda que los filtros UVA – UVB estén equilibrados, eso lo confirma el círculo sobre las letras UVA. Y son todo recomendaciones, no leyes, porque en lo que se refiere a legislación cosmética, la cosa va muy lenta.
3. Fotoestabilidad: los filtros se agotan con el tiempo, por eso la fórmula no debe degradarse rápidamente con la exposición y mantener su índice hasta la reaplicación, debe ser fotoestable. Puede haber solares que pasen de SPF 60 a 6 nada más aplicarlos porque el producto no es fotoestable.
La Roche-Posay nos ha presentado su última incorporación a la familia Anthelios de protectores para pieles sensibles o alérgicas al sol. Se trata de Anthelios AC, un fluido protector facial con SPF 30, formulado para las pieles grasas o con tendencia acneica de rápida absorción. Lo han formulado pensando en los adolescentes, con más tendencia a sufrir estos problemas cutáneos y que buscan fórmulas de rápida absorción y que no dejen sensación grasa ni pegajosa.
Precio: 20,75 euros.