Siempre me han llamado la atención las empresas cosméticas que solo venden por catálogo o mediante consultoras de belleza, porque me daba la sensación de que no era una fórmula que pudiera tener mucho éxito. Pero está claro que no soy buena visionario porque está claro la fórmula funciona: Avon, Oriflame o Mary Kay son buen ejemplo de ello.
Mary Kay es una empresa estadounidense que vende sus productos a través de consultoras de belleza. Está presente en más de 30 países de mundo y en España cumple éste 2012 20 años, y va ganando presencia -en 2011 tuvieron un crecimiento de ventas del 45%-.
La historia de esta firma cosmética de venta directa hay que buscarla en un garaje de Dallas de 45 metros cuadrados–porque todo lo que tiene éxito parece que tiene que nacer en un garaje: Apple, Microsoft, Google o Amazon, no sé a qué estás esperando para sacar el coche y dedicarlo a algo más productivo-. En 1963 Mary Kay Ash, después de una exitosa carrera de 25 años en el negocio de las ventas directas, renunció a su posición como directora, y con la ayuda de su hijo Richard de 20 años, 5.000 dólares y nueve consultoras, crearon Mary Kay Cosmetics. Montó su propia empresa bajo una regla de oro ‘tratar a los demás como te gustaría ser tratado’.
Hoy, es una multinacional con casi 1.600.000 consultoras, 6.000 de ellas en España. La semana pasada nos reunieron en Madrid para presentarnos Botanical Effects, una nueva línea de cuidado facial básico, para quien todavía no quiere o no necesita productos anti-edad o busca rutinas de belleza sencillas y que estará a la venta a partir del 16 de abril.
Son dos líneas de 4 productos básicos, una para pieles mixtas y grasas -color malva en el envase de cartón-, y otra para pieles normales a secas –rosa-, para los primeros cuidados de la piel o para las que quieran un cuidad básico del cutis. Se compone de una limpiadora suave, un tónico que no seca la piel, una hidratante ligera y una mascarilla.
Todos los productos, contiene un complejo especial de ingredientes botánicos a base de cardo mariano, un poderoso antioxidante; y luo han guo, la fruta de la longevidad que contiene potentes antioxidantes. Después cada fórmula está personalizada con elementos botánicos elegidos para cada tipo de piel. Para la piel normal a seca se han incluido extractos de semilla del alga flax y del alga kelp, conocidas por ser fuertes ácidos grasos que contribuyen a la hidratación. Para las pieles mixtas y grasas, extractos de kanuka y guayaba, que ayudan a limpiar los poros.
Una gama hipoalergénica, libre de fragancias y colorantes sintéticos. Las tapas de los envases están fabricadas con un 50% de de resina de plástico reciclado y los cartones con 100% material reciclado.
Mary Kay se sitúa entre las marcas más vendidas de cuidado facial y maquillaje de Estados Unidos y cuenta con más de 200 productos divididos en distintas categorías: cuidado facial, maquillaje, cuidado del cuerpo, protección social, fragancias y cuidado facial para hombres. Las consultoras de belleza se desplazan generalmente al domicilio de cada cliente y dan consejos de belleza basándose en la formación que reciben sobre el cuidado de la piel, color y técnicas de aplicación. Mary Kay también cuenta desde 1996 con una fundación propia contra el cáncer que centra sus recursos en la investigación.
Hasta aquí la cara de este imperio cosmético, la cruz es que la asociación PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) la ha vuelto a incluir en su lista de marcas cosméticas que testan en animales. En un artículo que puedes leer en su web advierten que Mary Kay, Avon y Estée Lauder, que habían estado durante dos décadas incluidas en la lista de las empresas de cosmética ‘libres de crueldad’ de PETA, han vuelvo a experimentar con animales por exigencias del potente mercado chino.
Según denuncia PETA, el gobierno chino requiere que los cosméticos vendidos en China hayan sido previamente testados en animales, por lo que las tres marcas han decidido volver a la experimentación animal sin prevenir a la propia organización ni a los consumidores. Avon prohibió todos los test en animales después de una campaña muy dura que la organización en defensa de los animales inició contra la marca con el lema ‘Avon Killing’. Mary Kay decidió dejar de testar su productos en animales después de que el dibujante Berkeley Breathed se burlara de la compañía en su tira cómica ‘Bloom County’. ¿Volverán a recular?
Precio limpiadora: 20 euros.
Precio tónico: 18 euros.
Precio hidratante: 22 euros.
Precio mascarilla: 21 euros.