El final del verano, lle-gó , y tú partiráaaaas… Todo tiene su final y el eterno verano no se escapa a esta casuística. Polvo serás, más polvo enamorado ¡y con muy buena pinta!
Cuento con que habrás observado las precauciones básicas -¡ojo con el sol!-, pero quizá te has descuidado un poco en aras del relax y la juerga veraniegos, conceptos nada antinómicos en este caso. Si es así, te entiendo y te doy la bienvenida al selecto club del pelo como hierba seca y la piel de pergamino, los mismos que en el espejo de la casa de vacaciones tienen un pase y que en el de casa, misteriosamente, lucen en toda su despiadada crudeza. Es hora de recurrir a todos los servicios de rescate y levantar nuestro glorioso imperio una vez más. ¡A la carga!
Empecemos por ese mocho de escoba que en junio aún era tu cabello. Si el cloro, el sol y el salitre te lo han dejado áspero y desvitalizado, puedes probar con el tratamiento capilar intensivo post-verano que sugieren en Chi Spa (Conde de Aranda, 6, Madrid)
El ritual reparador es el siguiente:
Se lava el cabello con Sunday Shampoo, con efecto purificante. Elimina los residuos externos (cal, polución, restos de productos, etc.) y células muertas, actuando como un exfoliante. Rico en extracto de jengibre y romero, vigoriza y estimula el cuero cabelludo. Es ideal para cabellos desvitalizados.
Una vez estimulado el cuero cabelludo, aplican Deep con el pelo mojado y se cubre con un papel osmótico. Con la ayuda del climazón, añaden un calor húmedo que aumenta el efecto de todos los componentes del producto: proteína de trigo y flor de la pasión = hidratación, proteína de soja = cuerpo, retención e humedad, aceite de semilla de girasol = elasticidad y suavidad, seda = textura, pro vitamina B o panthenol = equilibrio de la humedad y control de daños.
La hidratación dura 20 minutos que se pasan en un suspiro con una infusión de té rojo, blanco o rooibos.
Tras eso, se aplica Brillantine, el producto que da vida a los cortes, sobre el pelo mojado. Ésta es una mezcla de aceites en forma de crema que proporciona una separación excelente y refuerza la textura de un corte bien hecho. También es perfecto para dar textura y luminosidad.
Tu pelo será otro.
El precio del tratamiento es 25 euros, y si además te haces un brushing, 40.
Seguimos con el rostro y ese tejido maltratadillo que tiene a bien recubrirlo, la piel.
La cosmética en verano es muy desagradecida. Cualquier crema que funciona en mayo, en julio da brillos –por lo menos a mí-.
Es el momento de desintoxicar la piel y devolverle la frescura perdida.
Farma Dorsch, de Fridda Dorsch, propone una mascarilla purificante con extracto de plantas que calma la epidermis y acelera la regeneración celular.
Sus componentes son:
•Aceite de Caléndula: emoliente, hidratante, cicatrizante, revitalizante, antiinflamatoria, tónica, refrescante, antiséptica.
•Menta piperita: refrescante, calmante.
•Alantoína: cicatrizante, estimula la regeneración de la piel.
•Té Verde: antioxidante, antirradicales libres.
Esta mascarilla renueva eficazmente la piel, hidratándola y dejándola limpia de impurezas. Cierra los poros, afina la textura y devuelve la elasticidad.
Atención al modo de empleo porque es algo distinto al de las mascarillas habituales. Se recomienda utilizar la Mascarilla Purificante de Farma Dorsch después de la crema de tratamiento ya que, a diferencia de otras, favorece la penetración del producto aumentando su efectividad.
Extiéndela por toda la cara y deja actuar durante 15-20 minutos. Una vez se absorba, retira los restos con agua. Realiza al menos una vez a la semana, si tienes la piel grasa puedes aumentar la frecuencia.
Al contener menta piperita, sentirás una sensación de frío inmediato muy relajante. La menta mejora y aumenta la circulación sanguínea.
¡Ya me contarás qué tal si la pruebas!
Entrando en lo corpóreo, Chi Spa propone un exfoliante a base de azúcar moreno y el omnipresente omega 3, útil para reparar la barrera protectora de la piel.
El azúcar moreno es rico en calcio, hierro y vitaminas.
Además incluye plantas medicinales y el tratamiento se personaliza añadiendo los aceites esenciales indicados.
Pasos del tratamiento:
Empieza con un masaje de espalda, brazos y piernas con un bálsamo de soja (el vegetal que proporciona la mayoría de las proteínas y aceites del mundo), aceite de nueces (hidratante), mantequilla de la semilla de mango (emoliente) y omega 3 para relajarte e hidratar tu piel.
Continúa con la exfoliación de azúcar moreno con aceite de semillas de flax, rico en omega 3. Para que corran las manos suavemente sobre la piel, el azúcar moreno está enriquecido en aceite de monoi (las flores nutritivas de Tahiti) y aceite de coco (actúa como una barrera protectora para retener la hidratación) con un toque de aceite esencial de rosa (regenerante). El protocolo consiste en trabajar al cuerpo con un masaje suave en sentido ascendente para beneficiar a la circulación. Se inicia por un pie para seguir por la pierna, la espalda y llegar al brazo y la mano. Luego se trabaja el lado contrario, y una vez dada la vuelta al cuerpo, se manipulan las piernas, el abdomen, el pecho y el cuello, finalizando con puntos de marma en el cuero cabelludo.
Después de una ducha rápida, se realiza un masaje corporal de 30 minutos que está destinado a proporcionar una relajación profunda y a eliminar la tensión de los músculos, así como a hidratar la piel. Este concienzudo trabajo corporal en el que únicamente intervienen las manos, se realiza con una crema nutritiva que obra milagros sobre las pieles secas y descamadas por su contenido en vitaminas E y F, de los ácidos de grasa de Omega 3, extracto de loquat – una planta subtropical china-, aceite de oliva, ceramida 3 que mejora la estructura y la textura de la piel y la retención de hidratación natural de la piel.
Este tratamiento dura 1 hora y cuesta 65 euros.
Feliz reentré hecha un pincel.