Cerca de tres millones de personas padecen en nuestro país osteoporosis, dos millones y medio son mujeres. Las españolas mayores de 50 años se encuentran afectadas en un 35%, llegando a alcanzar cifras del 52% en las mujeres mayores de 70 años. A pesar de estos alarmantes datos, según asegura Carmen Sánchez, presidenta de Asociación Española contra la Osteoporosis AECOS, tan sólo el 18% está diagnosticado y, entre las féminas, sólo un 10% recibe tratamiento.
La osteoporosis (hueso poroso) es una enfermedad en la que se va perdiendo masa ósea y el hueso se vuelve más poroso, delgado y frágil, resistiendo peor los golpes y rompiéndose con mayor facilidad.
La masa ósea de una persona va aumentando a lo largo de su vida hasta llegar a un máximo alrededor de los 30 ó 35 años. A partir de esta edad existe una progresiva pérdida de masa ósea de forma natural. Cuando la pérdida progresiva se acelera, debido a ciertas enfermedades o por determinados hábitos de vida o sobre todo en las mujeres al llegar a la menopausia, puede darse la osteoporosis en edades precoces.
La osteoporosis es la principal causa de fracturas de huesos de la muñeca, columna y cadera en mujeres después de la menopausia.
Esto hace que esta enfermedad se detecte en la mayoría de los casos por sorpresa cuando ya se ha producido una fractura ósea. Por ello, desde AECOS denuncian la falta de programas de prevención. La detección precoz de esta patología se apoya en la realización de densitometrías a la población de riesgo. Sin embargo sólo existen a día de hoy 208 densitómetros en la sanidad pública, insuficientes para atender la demanda.
Si la detección es una de las herramientas básicas para luchar frente a esta enfermedad, la otra es la alimentación. La dieta debe contener cantidades suficientes de Calcio, Fósforo, Vitamina D, Lactosa y Fluor. El aporte de calcio es esencial para mantener los huesos fuertes y saludables durante toda la vida. Pero debe ser en la infancia y adolescencia cuando debemos cimentar la fortaleza de nuestros huesos. Tomar un exceso de leche o de productos lácteos no nos va a garantizar que no vayamos a sufrir de osteoporosis. El calcio para que nuestro cuerpo lo asimile necesita de la vitamina D, de los rayos del sol que la van a activar y del magnesio. Hay un gran número de alimentos que contienen calcio a parte de los lácteos, como son las espinacas, acelga, col, cebolla, brócoli, legumbres como garbanzos, lentejas o soja, frutos secos como nueces, avellanas o pistachos y algunos pescados y mariscos.
También hay diversos aspectos de la vida que deben de modificarse como prevención de la osteoporosis como dejar de fumar o beber alcohol en exceso, y vigilar en la vida diaria las posturas que se adoptan tanto en reposo como durante el ejercicio.