El término vacaciones pocas veces suele tener connotaciones negativas, por lo general supone descanso, buscar el relax, no tener que ir a trabajar, aunque en estos tiempos que corren se considera casi una bendición, y volviendo a lo que nos interesa muchos más conceptos que hacen que nuestro ánimo se levante con el simple hecho de pensar dónde ir o en qué invertir el tiempo.
Organizar unas vacaciones no es tarea fácil aunque luego el resultado merezca la pena. Lo más importante suele ser elegir ¿dónde? y ¿con quién? Si estos dos parámetros no van de la mano casi es mejor replanteárselo. Pasar 15 ó 20 días en la playa para alguien que no le
guste el sol,la arena, la sal etc. puede llegar a ser un auténtico suplicio. Y si te vas con gente con la que no tienes un mínimo de cosas en común, también puede ser complicado. Unos amigos míos se fueron con otra pareja de vacaciones, ellos son dos triperos, vamos que les gusta comer de todo y en cantidad, los otros apenas comían y no querían perder tiempo en ello. Ni que decir tiene que al tercer día cada uno fue por su lado.
Todos tenemos un concepto más o menos claro de lo que significan unas vacaciones, pero cada vez más se está poniendo de moda lo que se conocen como vacaciones alternativas. Son un tipo de vacaciones en las que uno busca encontrarse de una manera más íntima o interior. Por lo general suelen ser lugares en plena Naturaleza, donde las comodidades están reducidas a la mínima expresión, el precio es bastante asequible, la alimentación suele ser vegetariana y la estancia ronda entre los siete a diez días. Durante éstos se suele hacer un trabajo interior de autoconocimiento, que viene aderezado con yoga o tai chi o biodanza o meditación o masaje o cualquier tipo de actividad que busca conectar nuestra parte física con la espiritual.
Sinceramente creo que es mucho más beneficioso ir solo que con alguien que conoces, amigos, pareja o familia. Puedes ser más tú si no hay alguien cerca que pueda condicionarte de alguna manera.
Este es un tipo de vacaciones alternativas, pero hay mucha gente que opta por otras opciones igual de válidas como practicar deportes de riesgo, dormir en monasterios acatando sus reglas o colaborar con una ONG. La Fundación Vicente Ferrer, Sodepaz, Cooperatur y AIPC Pandora son alguna de las ONGs que ofrecen estos viajes que aúnan turismo y solidaridad.
Una opción que ya se ha instalado de manera permanente en las opciones de vacaciones es la de realizar el Camino de Santiago a pie o en bicicleta. Otra forma de descubrirse y conocer personas y la geografía de España.
Otra posibilidad es la de intercambiar nuestra casa con otra persona o familia del lugar al que queremos ir. Para mí esto si que puede ser una aventura. Y algo que también parece funcionar son las vacaciones para singles o solteros, donde lo que se busca es conocer a gente y pasarlo bien.
También ha empezado a crecer el número de personas que pasa sus vacaciones en una zona de riesgo o peligro como pueden ser paises con conflictos bélicos activos, zonas de guerrilla o cualquier sitio donde haga que la adrenalina suba.
Al final que cada uno elija lo que quiera, lo que pueda, lo que le guste, lo que le llame o lo que su bolsillo le deje.
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