No sé si os habéis dado cuenta pero cada vez hay más gemelos. Antes era algo original y curioso. Lo digo porque mi chico tiene un gemelo idéntico y toda la vida nos hacían las típicas bromas. Pero es que últimamente veo un montón de mamás con mellizos y a veces con otro hermanito mayor, sufriendo y pasándolo fatal intentando, por ejemplo, ir al supermercado con 2 o 3 niños. ¡La verdad es que hay que ser valiente! Yo creo que no me atrevería.
Ahora estas mamás lo van a tener más fácil con el nuevo Bugaboo Donkey un cochecito convertible que con un sólo movimiento pasa de ser un cochecito mono a uno dúo. La verdad es que es muy fácil. Le das a un botón y en un click se hace más grande. La idea es que como las familias van creciendo, te compres el Donkey para tu primer bebé y si decides tener un segundo pero aparecen gemelos, tengas sitio para todos. Es decir, que és el cochecito el que se va adaptando al crecimiento de tu familia gracias a unas extensiones que se acoplan en los laterales.
A mí lo que más me gustó de este nuevo modelo son la cantidad de bolsas laterales y múltiples opciones de equipaje y almacenaje que ofrece para ir de compras. Todavía me acuerdo con horror cuando tenía que ir al supermercado y nunca tenía espacio suficiente para ir guardando las compras en el cochecito.
Como todos los Bugaboo, el Donkey es un cochecito tototerreno – y no es broma- que lo mismo puedes usarlo en la ciudad, que en el campo o en la playa gracias a sus grandes ruedas que te permiten maniobrar con mucha facilidad por todo tipo de terrenos. Las fundas las hay en varios colores. Para mí el rojo es la más chula, aunque el más discreto siempre será el negro. Es cuestión de gustos y estilos.
¿Los dos inconvenientes del Donkey?
1. Un precio elevado y no asequible a todos los bolsillos. Es decir, 1.089 euros el modelo Mono y 1.489 euros el Twin.
2. Necesitas un coche con un buen maletero para que te quepa, porque en un Polo o un Golf no entra ni de casualidad. Aparte de esto, ya lo ves, el cochecito es una chulada.