Los orígenes de la reflexología son tan antiguos que podríamos hacerlos coincidir con los propios orígenes del hombre. El hombre enfermo buscaba a su alrededor todo aquello que pudiera proporcionarle alivio. Probablemente empezó por aplicarse sus manos, con el paso del tiempo fueron evolucionando, a medida que el hombre también se descubría a si mismo. Hace cinco mil años en Oriente se practicaba una terapia mediante la presión de puntos concretos en manos y pies. Según Harry Bond Bressler el primero en realizar investigaciones históricas sobre reflexología, en todas las épocas y en todos los lugares de la tierra, se encuentran noticias esporádicas que se refieren a este método.
En España se empezó a difundir plenamente hacia 1930, aunque por falta de una legislación que la regulara, ha quedado encuadrada en el grupo de terapias alternativas junto con otro puñado de tratamientos a veces más cerca del curanderismo que realmente del lugar que le correspondería. Actualmente empieza a ser reconocida y tenida en cuenta.
La reflexología funciona a través de reflejos, o lo que es lo mismo obedecen a un estímulo nervioso emitiendo una respuesta involuntaria. La piel constituye el primer elemento de contacto y de comunicación, las personas que van a recibir este tipo de masaje deben percibir sensación de calor, calma y serenidad. El pie está compuesto de 26 huesos y sus correspondientes articulaciones, ligamentos, músculos, todos destinados a sostener el peso del cuerpo y a hacer que podamos movernos.
Con cada paso nuestros pies reciben constante información que en muchos casos no somos capaces de ver y mucho menos de interpretar.
La reflexología podal consiste en la estimulación de determinados puntos específicos que van a hacer que mejore nuesto estado físico-mental. No deberíamos esperar a estar enfermos o a estar mal para buscar soluciones, es preferible una prevención. Los efectos que la reflexología puede aportarnos son muchos pero podríamos resumirlos en tres :
– relajantes: disminuyen la tensión nerviosa y el estrés
– depurativos: limpian nuestro organismo, desintoxican y abren las vías de eliminación.
– energéticos: reequilibran y compensan nuestros flujos de energía.
En cuanto a la técnica es sencilla, pequeñas estimulaciones realizadas con la yema del pulgar que se mueve sobre la zona con un movimiento de lombriz. Son presiones rítmicas que trasmiten impulsos a las zonas nerviosas para recuperar la sintonía con nuestro cuerpo.
El tratamiento o la secuencia a seguir para un masaje reflexológico sería el siguiente:
1º– fase de relajación y acercamiento con movimientos suaves y de bombeo hasta que la respiración se vuelva rítmica.
2º- estimulación de los diferentes aparatos siguiendo una secuencia lógica.
3º- aparato urinario : actúa como apertura de las vías de eliminación, se realiza al principio y al final para favorecer el drenaje de las toxinas.
4º- sistema nervioso : estimula los mecanismos propios del tratamiento.
5º- sistema linfático : facilita la circulación de la linfa, elimina toxinas y favorece al sistema inmunitario.
6º- aparato respiratorio : mejora la oxigenación de la sangre y la respiración.
7º- aparato locomotor : actúa sobre la estructura del cuerpo, en huesos,músculos y articulaciones.
8º- aparato digestivo : ayuda a mejorar la absorción y la eliminación, tiene un papel primario.
9º- aparato cardiocirculatorio : mejora la circulación y estabiliza el ritmo cardíaco.
10º- aparato genital : su estimulación ayuda al buen funcionamiento hormonal.
11º- sistema endocrino : su correcto funcionamiento determina el equilibrio psicofísico de la persona.
12º- plexo solar : es un punto vital del sistema neurovegetativo, tiene un efecto notable sobre los órganos de la parte abdominal.
Esta sería una secuencia tipo en un tratamiento de reflexología, pero cada paciente es distinto y habría que adaptarse a las necesidades de cada caso, haciendo más hincapié (nunca mejor dicho) en las zonas donde más se necesite.
Algo que podría acercarse a una sesión de reflexología sería un pediluvio, un recorrido a través de un camino empedrado y que va presionando en distintas zonas de nuestra planta. En la mayoría de los spas y balnearios suele haber uno.
Un consejo, no espereis a tener la necesidad de daros un masaje de este tipo, probad y sacad vuestras propias conclusiones.
ernesto bruzual dice:
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