“Yo” –realmente no es nada tremendamente innovador e inaudito- tengo la teoría de que hay que acompañar algunos productos con una buena historia.
Somos sensibles a lo que nos cuenten, capaces de conmovernos –y de consumir-, si nos toca de alguna manera.
Por poner un ejemplo con un bien de uso muy común: no es lo mismo un huevo del que nos dicen que procede de gallinas camperas, criadas en libertad en una granja bucólica, alimentadas a voleo por un señor que se llama Manolo que las conoce a todas por su nombre, que el mismo huevo sin conocer todo eso.
La historia de la marca Fridda Dorsch también es particular e intransferible. Es la historia de una mujer luchadora que llega al mundo de la cosmética a raíz de una desgracia: la pérdida de un hijo por incompatibilidad entre sus respectivos RH.
A este terrible dolor se suma una severa reacción alérgica e irritaciones en la piel inasequibles a antibióticos ni dermocosméticas conocidos, además de edema en todo el rostro, estrías faciales, flaccidez, alergias…
Espoleada por esta circunstancia, Fridda cursó estudios de Medicina Natural por la Universidad de Miami, con el objetivo de descubrir las claves para mejorar el deterioro causado por su enfermedad. Tras cinco años de estudios, Ana Fridda se doctoró en Naturopatía.
Experimentando con diversos extractos naturales, ella misma fue su primera cliente y la primera en comprobar la efectividad de sus productos. Su castigada piel se volvía más firme, las arrugas más lisas, las manchas se aclaraban y el cuello se reafirmaba, recuperando un aspecto notablemente más joven.
Su laboratorio, situado en Madrid, funciona desde 1980, y es la base de su línea de dermocosmética de marcado poder regenerador.
Pero, ¿dónde reside el secreto de sus formulaciones? Como siempre, en los ingredientes, en este caso principios activos de máxima calidad “AAA”, en su mayor parte de origen vegetal y marino y en concentraciones de hasta un 97%. La suma de estos y de un proceso especial de rigurosos protocolos de fabricación creados por ella, garantizan resultados sorprendentemente efectivos y rápidos en tratamientos regeneradores y anti-envejecimiento.
Inquieta como pocas, las investigaciones de Fridda han derivado hacia las células madre vegetales, cuyo uso lleva estudiando desde hace diez años.
Es así como nace la línea de tratamiento Stem Cells de Fridda Dorsch, formulada con células madre procedentes de la manzana suiza Spätlauber.
Esta manzanita debería ser más legendaria que la de Blancanieves. Famosa por su conservación prolongada sin encogimientos, contiene ingredientes esenciales que aseguran la longevidad celular de los metabolitos. Imagínate lo que puede hacer por tu piel…
El poder de las células madre combinado por primera vez con un innovador sistema al vacío, garantiza una mayor eficacia del tratamiento, preservando los activos de la oxidación, contaminación y toxinas que bloquean la extraordinaria función de las células madre en la piel.
Se habla mucho de “estas células”, pero ¿qué sabemos de ellas en realidad?
Sus principales beneficios son:
-Protegen la longevidad de las células madre de la piel, responsables de la regeneración celular.
-Promueven la formación de tejido nuevo (1 célula madre=10 células hijas)
-Mantienen la piel joven durante más tiempo: una célula madre epidérmica genera miles de células nuevas.
-Retardan el envejecimiento de las células esenciales de la piel.
-Actúan no sólo en la epidermis sino en la dermis, donde se forman todos los signos profundos del envejecimiento.
-Aseguran el crecimiento de las células esenciales de la piel.
-Influyen en un radio de 360º actuando como el “corazón” de la piel y estimulando la producción de colágeno y ácido hialurónico.
-Combaten eficazmente las arrugas y el envejecimiento cronológico de la piel.
La línea se compone de tres productos. Yo estoy usando ahora mismo la hidratante de día con factor SPF 20, de manera que os puedo recomendar sinceramente ésa.
La sensación al usarla es muy buena. Noto perfectamente cómo hidrata, redensifica, deja mi piel mixta con un satisfactorio toque mate y es confortable. El olor es muy agradable, y el packaging… ¡para ahorradoras! El sistema de presión “airless” permite rebañar hasta la última gota. Un diez.
Contiene:
-Células madre vegetales, ácido hialurónico, factores de hidratación natural, trigo, sésamo, almendras, aloe vera, colágeno, vitamina E, té verde y filtros solares altos SPF 20.
Una bonita historia de superación y un gran producto de sustancioso contenido y precio razonable: 33 euros.
Podrás encontrar los productos de Fridda Dorsch en El Corte Inglés.