Si has estado en los Pirineos, seguro que la has visto un montón de veces. Es un arbusto con una flor amarilla que se parece mucho a las margaritas. Parece ser que esta planta se usa desde la antigüedad, como remedio para aliviar el dolor producido por los golpes o las caídas. También se llegó a utilizar internamente para tratar ciertas enfermedades pero, dada su toxicidad, los médicos decidieron emplearla sólo para uso externo. Aunque era bastante peligrosa, popularmente, las sanadoras o curanderas la usaban como abortivo por su alto contenido de fitoestrógenos.
¿De dónde vienes? El árnica nace en zonas montañosas de Europa y tiene muchísimos componentes: Alcaloides, ácidos, azúcares, aceites esenciales, alcoholes, taninos…Por eso es una de las plantas más utilizadas en la medicina natural y en los tratamientos homeopáticos.
¿Qué propiedades tiene? Constituye un buen remedio para aliviar el dolor y combatir las infecciones. Si restriegas la flor contra la parte dolorida, verás como aumenta el calor y se te enrojece la piel por una acumulación de sangre en la zona. Su uso previene y/o evita que te salgan morados pero, no la uses nunca si la herida está abierta. Además, está contraindicada para pieles sensibles ya que puede producir alergias e incluso dermatitis, así es que si no estás muy segura, te recomiendo que te apliques una pequeña cantidad primero para ver como reaccionas.
Uno de sus usos más frecuentes ahora en invierno es si te han salido ampollas por el frío o por unas botas apretadas. En estos casos el árnica funciona como antiinflamatorio, antibacteriano y reduce la sensación de dolor. También va bien para suavizar e hidratar la piel, para las estrías del del abdomen de las embarazadas, la artritis reumatoide, esguinces, luxaciones, chichones y dolores musculares.
Esta flor amarilla se usa mucho en forma de pomadas o linimentos por los deportistas para aliviar esguinces y contusiones. Laboratorios Boiron tiene un producto homeopático, Árnica Gel, recomendado para reducir las molestias producidas en los pies por las botas de esquí tras una jornada bajando por las pistas nevadas. Se trata de una crema que no mancha y no lleva ni conservantes ni perfumes y se absorbe rápidamente. Se aplica dando un suave masaje sobre la zona dolorida y para ayudar a relajar las piernas y reducir la sensación de cansancio. ¡Ya verás!
Árnica Gel, de Laboratorios Boiron: 8,60 euros se vende en farmacias.
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