Irritabilidad, ataques de hambre, cambios de humor, tristeza, ansiedad… Si reconoces estos síntomas cuando te has sometido a dieta, y son los que te tiran para atrás a la hora de ponerte a régimen, te sorprenderán los datos de un reciente estudio que demuestra que es posible neutralizar el estado de ánimo “típico de dieta” simplemente tomando determinados alimentos en los momentos adecuados. Además, se ha demostrado que de esta manera la dieta es mucho más eficaz.
La clave para evitar el mal humor a la hora de seguir una dieta se encuentra en ciertos neuromediadores cerebrales. Actuando sobre ellos, se asegura un control de los trastornos del humor y de la alimentación, y por tanto, una mayor pérdida de peso. De hecho, este Estudio, realizado por Ysonut, ha demostrado que aquellos pacientes (tanto con obesidad como con sobrepeso) que han seguido una dieta de aporte proteico teniendo en cuenta la actuación sobre estos neuromediadores, han logrado una mayor pérdida de peso y contorno (de media, 3,8 Kg. más y 7 cm. más de perímetro abdominal) que aquellos que han seguido una dieta de aporte proteico estándar.
Pero, ¿cómo hacer para neutralizar el hambre y los trastornos del humor? Muy fácil: se trata de activar dos aminoácidos esenciales en la nutrición humana:
La tirosina (por la mañana). Se encuentra básicamente en las carnes magras y el pescado, pero también en la soja y los lácteos. Al favorecer la síntesis de dopamina y noradrenalina, facilita la actividad física e intelectual, y mejora la motivación y la capacidad de reacción ante el estrés.
El triptófano (por la tarde/noche). Presente en la clara de huevo, leche, cereales integrales, chocolate, avena, dátiles, garbanzos y algunos frutos secos, permite la síntesis de serotonina y melatonina, lo que favorece la relajación, el sueño y la serenidad, y reduce las frustraciones y las tendencias compulsivas.
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