Cada vez son más las grandes firmas cosméticas que lanzan al mercado perfumes exclusivos, colecciones privadas que intentan competir con los, cada vez más emergentes, perfumes de autor o nicho. El último en apuntarse a la creación de fragancias exclusivas y sofisticadas, ha sido el español Adolfo Domínguez, que ha presentado su Colección Privada.
Estée Lauder lanzó en 2007 la primera fragancia de su línea para coleccionistas y en edición limitada, Private Collection Tuberose Gardenia. A este primer perfume de lujo, lo siguieron Amber Ylang Ylang y Jasmine White Moss.
Giorgio Armani creó en el 2004, Armani Privé, una línea de perfumes exclusivos inspirados en sus propios recuerdos y con un packaging de lujo. Sus ingredientes son raros, selectos y de gran calidad. Unas fragancias que comenzaron como una colección privada para amigos y después se extendió a puntos de venta seleccionados marcando la diferencia. Prada también hizo algo parecido.
La colección Blend de fragancias artesanales de Tom Ford es la personificación llevada a su máximo exponente. Doce aromas entre los que se pueden encontrar elementos como el cuero, la violeta negra, el tabaco o el ámbar. Sólo se vende en su boutique de Puerto Banús en Marbella y en un algunos puntos de venta muy seleccionados, remarcando la idea del lujo como un bien escaso dentro de un circuito limitado.
Con el mismo espíritu, Ámbar, Mahonia y Freesia son las tres fragancias exclusivas que ha creado Adolfo Domínguez para su Colección Privada que se inspira en tres elementos. Ámbar huele a bergamota, esencia marina, violeta, frutos exóticos, ámbar, pachulí y cedro.
Mahonia es una fragancia amaderada y oriendal, en ella domina la bergamota, la pimienta rosa, el jazmín, la mahonia, el pachulí y el almizcle. Freesia es una esencia floral amaderada con notas de flor de loto, bergamota, mandarina, fressia, gardenia o cedro.
Las tres se presentan en un frasco en el que se mezclan tonos y texturas, y en el que se juega con los matices del oro. El diseño se completa con un tapón realizado con madera de bosques sostenibles.
Unas fragancias de lujo y limitadas, pero que no dejan de ser comerciales y pensadas para el gran público, y que surgen ante la fuerza, cada vez mayor, de los perfumes nicho y de autor, de la cosmética personalizada.
La cosmética nicho está de moda, cada vez son más l@s que buscan lo exclusivo, lo auténtico y lo original. Marcas nicho que no gastan dinero en publicidad y todo lo invierten en la calidad de sus productos, en investigar y en buscar los mejores acabados, convirtiendo la fabricación de sus perfumes en una creación artesanal.
Si todavía no has sucumbido a los perfumes nicho, date una vuelta por Espai Aroma, The Cosmeticoh!, JC Apotecari y La Comercial en Barcelona. En Madrid puedes encontrar perfumes exclusivos en tiendas como Le Secret du Marais, Bomonde, Isolee o Barfumería. En Valencia Perfumería Q, Perfumería Urbieta en San Sebastián o Erlai en Bilbao. En Gijón (Asturias) Elle est Belle, Beauty Cube en Santiago de Compostela o en Pontevedra, la perfumería nicho Hortensia. Specific Apothecary en Palma de Mallorca y Yowe en León son sólo algunos ejemplos.
Precio Colección Privada Adolfo Domínguez: 48 euros / 50 ml.