Creo que puedo decir que fue una adolescente difícil. A los catorce años ya era toda una rebelde. Y comencé a teñirme el pelo de rojo, llevar Doc Marteens, hacerme piercings y, por supuesto, tatuajes. En aquel momento estaba de moda el Grunge y grupos como Nirvana y Pearl Jam. Y yo quería ser una chica mala.
La verdad es ahora, cada vez que me miro la espalda me arrepiento de mi impulsividad de aquellos días. Y es que me tatué una salamandra que, en este momento, no pinta nada allí.
¿Tú también has sucumbido a los tatuajes?
Si también decidiste decorarte el cuerpo antaño y en la actualidad te arrepientes, puedes hacerlo desaparecer de tu cuerpo. Los tatuajes, afortunadamente, ya no son definitivos gracias al láser. Esta tecnología también nos permite eliminar la micropigmentación. La demanda es cada vez mayor debido a casos de personas que ya no se identifican con el diseño, no se sienten cómodos con él, en el caso de dibujos que se han estropeado o micropigmentaciones mal realizadas. Hay que tener en cuenta la profundidad para utilizar un tipo diferente de láser y requerir más sesiones. En cuanto a los colores, para los azules y verdes se utiliza el láser Alejandrita; para los negros y los azules, el Neodimio Yag y, para los rojos y anaranjados, uno de 512 nm.
Las sesiones duran de 15 a 30 minutos. Se utiliza anestesia local. Inmediatamente después de la exposición al láser, la piel adquiere una tonalidad blanquecina e inflamada, para tornarse a los pocos minutos en un tono rojizo o sanguinolento, que desaparece a los 30- 60 minutos. Después de 6 a 7 días aparecen costras que irán cayendo poco a poco, hasta los 10 a 12 días momento este que empieza a observarse un aclarado de la densidad del tatuaje.
Los tatuajes profesionales y de color negro son los tatuajes que más fácil van a responder al tratamiento láser. Los tatuajes multicolores y los tatuajes no profesionales son los más difíciles de tratar dada la composición de los pigmentos utilizados (en la mayoría de casos mezclas de elementos metálicos con pigmentos orgánicos) y requieren mayor número de sesiones.
En la Clínica Ordás nos aseguran que se necesitan de entre 6 y 10 sesiones. Y que el intervalo entre ellas ha de ser de cuatro a seis semanas. Pero lo que me preocupa realmente es el resultado. ¿De verdad se borra completamente? ¿O queda una cicatriz y es peor el remedio que la enfermedad?
A veces se puede correr el riesgo de efectos secundarios, como un cambio en la textura en la piel de la zona tratada o una despigmentación. Por eso es importante que os asesoréis primero acerca del centro al que acudís para evitar quemaduras.
Antonio Patiño dice:
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