Inmersos en plena vuelta al cole y la guarderia, queremos que nuestros niños sean los más guapos de la clase, aunque para nosotros siempre lo serán. Pero su temprana presentación en sociedad exige un equipo a la medida de la sensibilidad de su piel de bebé. De 0 a 2 años y aunque no nos demos ni cuenta, su imagen dice mucho. Un niño guapo es mejor atendido por sus profesores y tiene más amiguitos; sólo por su buena imagen, las bondades de la belleza siguen acrecentándose con la edad porque la imagen es importante desde que nacemos.
A juego limpio. Mantener a nuestros peques aseados, con los dientes limpios y la piel protegida es tan necesario como el cambio de pañal. Aunque no tan urgente, el cabello y las uñas también deben estar cortados y en perfecto estado de revista. Un poco de agua de colonia y un aceite aromático para masajear sobre su cuerpo; gestos de coquetería y un momento especial para intercambiar mimos y caricias. Los primeros cuidados son un juego y la bañera su territorio para navegar por los primeros rituales de belleza y placer alrededor del agua.
Trucos de guardería. En su bolsa de aseo no pueden faltar un paquete de toallitas limpiadoras hidratantes que son como una especie de tabla de salvación para lucir con la cara y las manos limpias. Lourdes Rodríguez Sánchez, educadora infantil de la Comunidad de Madrid, asegura que “lo que casi siempre se olvida es el peine, de púas anchas para cabellos rizados y un cepillo para las melenas. El peine no se comparte y es imprescindibles para estar presentables después de la siesta. Otro cosmético que se incluye dentro de la programación educativa es el aceite de masaje, en la etapa de 4 a 12 meses”.
Cuéntame, qué llevas en su néceser…