A primera vista, el chico mola mazo, pero después de ver algunas fotos y vídeos me resulta un poquito amante bandido. Se parece un poco a Karl y yo creo que es porque le ha vestido a su imagen y semejanza. Es como un mini-kaiser, pero con la insolencia de la juventud y la belleza rebosando por todos sus ángulos. Al diseñador la insolencia le viene por otros motivos relacionados con el cargo y la vanidad de ser uno de los mejores diseñadores contemporáneos. El muso de Baptiste Giabiconi ha ido enseñando esos abdominales marcados a base de ejercicio físico por todos los platós de Francia y parte de Alemania. Está encantado de lucirlos y de ser el modelo omnipresente en todas las pasarelas, editoriales de moda y anuncios de la marca. Es guapo, ambicioso y tiene pinta de montárselo tan bien delante de la cámara como detrás. El chico disfruta de su posición junto a Lagerfeld en Chanel y ahora en Saint Tropez, los dos solitos de vacaciones parecen pasarlo muy bien, el modelo con su amado amo y señor de la moda que está más personajazo que nunca y con la barbilla bien alta.
¡Chanel, Chanel, qué bien! Me pido a este toyboy macizote para Reyes, bueno casi mejor no.
L´amour… La verdad es que Baptiste está muy bueno. No me extraña que el genio haya perdido la cabeza por llenar su corazón de placer. Es como un muñeco a su lado, incluso le ha diseñado un traje casi réplica exacta al suyo, pero la verdad es que le sienta mucho mejor a Giabiconi, que por algo es modelo y Karl, uno de los mejores diseñadores que en el mundo han sido y serán. ¿Encuentras alguna otra diferencia reseñable entre ambos?
La verdad es que a los dos se les cae un poco la baba cuando están juntos aunque estén trabajando. Hay mussha química entre ellos, saltan chispas en público e imagino que también en privado. Ojalá les dure el amor, la inspiración y el trabajo mucho tiempo. Son la extraña pareja fashion del verano franchute más glamouroso de la Costa Azul. ¡Vivan los novios!