No hay duda que la modernidad nos traido infinidad de avances científicos y técnicos. Sin embargo, la tradición aún guarda numerosas recetas infalibles, que han traspasado los años. Las recetas de nuestras abuelas se mantienen y pueden enseñarnos multitud de trucos nuevos. Esto también sucede en la cosmética.
¿Y si te digo que se ha recuperado una receta del siglo XIV?
Se trata de una fórmula original del siglo XIV, que fue concebida para la reina Isabel de Hungría. Pertenece a la firma Omorovicza. No había escuchado hablar de ella antes pero es una marca húngara muy refinada, con productos de alta gama.
El tónico Queen of Hungary Mist está indicado para purificar, tonificar y proteger el rostro, al tiempo que posee beneficios rejuvenecedores. ¿Sus ingredientes? Salvia y lavanda que reducen las rojeces; piña y extractos de romero, para aportar luminosidad, pimiento, que estimula la circulación; aguas curativas húngaras, ricas en minerales, que incrementan la retención de agua, proveen defensas contra los radicales libres y revitalizan la piel.
Este tónico debe aplicarse tras la limpieza del rostro y cada vez que necesites revitalizar tu piel. Como habéis comprobado, son ingredientes muy naturales. Aunque no sé porqué me da que no obtendría los mismo resultados si bato la piña y el pimiento en la licuadora…
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