Odio maquillarme. Bueno, seamos sinceras: no sé. Lo único que consigo hacerme es la raya y, la verdad, es que me endurece muchísimo los rasgos. Por lo que, al final, siempre optó por un básico imprescindible: bálsamo labial y corrector. El corrector, sin duda es un elemento fundamental. Es la base del maquillaje, la varita mágica para borrar imperfecciones, cubrir manchas o disimular zonas oscuras.
¿Sabéis cómo aplicarlo?
Nunca se debe abusar del producto. Se debe utilizar en pequeñas cantidades, pero extendiéndolo muy bien. Es muy útil para aclarar la mirada en la cuenca del ojo, disimular los pliegues que se forman desde la comisura de los labios hasta la barbilla, o desde las aletas de la nariz hasta la boca, así como para esconder las rojeces en las aletas de la nariz.
No nos desanimemos. Ni siquiera las famosas se levantan con la cara despejada. Simplemente, hay que saber utilizar las herramientas adecuadas. Para todas aquellas que no podemos vivir sin disimular las ojeras, Benefit ha creado Confesions of a Concealaholic.
Es un curioso kit, con todo lo necesario para corregir e iluminar a la cara. La verdad es que es una monería. Contiene una base sedosa, un corrector profesional, otro para los ojos y el rostro, un despertador para ojos cansados, uno para párpados y cuatro brochas. Lo mejor de todo es que incluye un manual para guiarnos paso a paso en su uso. Y es que, por mucho que nos hagamos con los mejores productos no sirve de nada si no sabemos usarlos. Que me lo digan a mí….
Confesiones of a Concealaholic de Benefit, kit de correctores e iluminadores.
Precio: 37 euros.
A la venta en Séphora y en el Corte Inglés.