Sinceramente, me he quedado muerta. Según un estudio realizado por el grupo de investigación de mercados NPD, ha aumentado el consumo de productos cosméticos y maquillaje entre las niñas de 8 a 12 años. Mientras, el gasto en adolescentes y mujeres jóvenes ha disminuido, ¿cómo te quedas?
Pero no te pienses que son cosas de niñas y que se dan un poco de gloss en los labios y ya está, NO, entre este grupo de niñas de 8 a 12 años, conocido como las ‘tweens’ aumenta sobre todo el uso de rimmel, eyeliner y pintalabios en comparación con datos de 2007. Es más, el uso de rimmel se ha duplicado en los dos últimos años.
Dice el estudio que se fijan en sus madres y hermanas para ver qué utilizan con el fin de decidir qué comprar. ¿Cómo que decidir qué comprar?, ¿desde cuándo una niña de 8, 9 o 10 años va sola a comprar, sea maquillaje o un pantalón? A lo mejor, lo que no dice este estudio es que son sus padres los que lo compran, con lo cual, creo que estamos ante algo más profundo, y que si os soy sincera, me da un poco de miedo.
Maquillaje, bolso, tacones, camisetas cortas y ajustadas, minifaldas... Las niñas de 8 años ya no quieren lacitos ni vestiditos de nido de abeja. Se está generalizando una clara tendencia a acortar la infancia. Psicólogos y pedagogos están de acuerdo en señalar a la publicidad y a la televisión como culpables. Y la verdad es que no van desencaminados, he puesto los canales infantiles y todavía tengo más miedo: presentadoras de programas dirigidos a niños con ropa obviamente sexy, maquilladas, dibujos animados con niñas que parecen madres.. Y un mercado saturado de cosméticos para niñas. Pero, ¿los padres no tienen ningún tipo de responsabilidad en todo esto?
Pero es que además, el uso de cosméticos de forma regular en edades tan tempranas puede causar problemas en su piel, ya que en esta etapa es muy delicada y las sustancias químicas de los cosméticos pueden ser perjudiciales.
Las niñas juegan con muñecas como las Bratz, muñecas maquilladas como puertas y con ropa sexy aunque se supone que representan a niñas de 6 o 7 años y quieren ser mayores cada vez más rápido. Pero para eso están los padres, para poner límites y para no dejar que a sus hijos que se les escape la infancia.
Frente a esto, las adolescentes y las mujeres jóvenes parece que apuestan cada vez más por lo natural y han disminuido su gasto en maquillaje y productos cosméticos. Los únicos productos de belleza cuya demanda no ha disminuido es la base de maquillaje, los tratamientos anti-acné y el brillo de labios. El mundo al revés, ¿qué está pasando?, ¿qué estamos haciendo con las generaciones futuras?