La famosa casa de perfumes florales, Floris fue fundada en 1730 por un español nacido en Menorca. que decidió instalarse en el rico West End y no en los barrios típicos para inmigrantes españoles, situados más hacia el este. Su tienda de Regent Street ha sido siempre ejemplo de buen gusto en cuanto a su exquisita decoración.
El negocio lo comenzó Juan Famenias Floris, primero como barbería y fabrica de peines hasta que se decidió a crear las primeras fragancias de Floris gracias a sus recuerdos de los aromas del Mediterráneo y creó un imperio de perfumes artesanos que fueron y siguen siendo un verdadero lujo de la historia de la perfumería.
Los perfumes de Floris gozan del privilegio de servir a la Casa Real Británica y todos los miembros de la realeza siguen la tradición, durante los siglos XVIII y XIX, compraban en Floris, costumbre que se mantiene hoy en día. Su clientela va desde Mary Shelley a James Bond pasando por Beau Brummell, dandy del siglo XIX. Sus fragancias más conocidas son Elite, JF y Santal. También son muy afamados sus jabones y productos de afeitado.
Cuenta con establecimientos en el nº 89 de Jermyn street y en nº 703 de Madison Avenue en Nueva York. Y por supuesto, hoy en día también se pueden conseguir a través de internet, aunque merece la pena pasarse por la tienda y probar los perfumes sobre la piel.