El diseñador fue y seguirá siendo un gran inventor de prendas, estilo, glamour y nuevas formas de confección hasta el detalle tejido o estampado o pintado a mano incluso. Un profesional de los de antes de los que lo mismo valen para un roto que un descosido. Fue el primero en mostrar los senos femeninos al aire tras una blusa transparente cuando se inauguro la era de las transparencias cuando no había que recurrir tanto al estilo vintage y se creaba verdadero estilo.
Cuando colección tras colección no había un remake de los años 20, los 30, los 40, los 50, los 60, los 70 y los 80. Yves Saint-Laurent creó el primer smoking femenino y posó desnudo ante la cámara en aquellos años 60 y 70. Pero sobre todo ha sido celebrado por toda la prensa de moda francesa como “creador de moda del siglo”. ¿Quién será el diseñador del siglo XXI? Cuéntame…
Saint-Laurent murió el 1 de junio a los 71 años, dejando en nuestro corazón y en el de sus grandes amigos de la moda como la modelo Naomi Campbell y Claudia Schiffer, ambas tops de las tops de la verdadera era de las Supermodelos y no las de concursos.
Yves no ha dejado saharianas, mujeres sexys hasta vestidas de hombre. Somos otras y vestimos mejor. La cultura de la moda va unida a la propia historia de la mujer.
Yves nació artista igual que Lola Flores y comenzó a diseñar moda codo a codo en la maison Dior; aunque quería en realidad desarrollar vestimenta para el teatro, su innegable talento lo llevó más adelante por todo tipo de caminos casi siempre tortuosos. Después de dejar su trabajo por desavenencias con los nuevos dueños de la casa Dior, a quienes incluso llegó a demandar, fundó su propia casa y creó su primera colección en 1962. El resto es historia de la moda. Tener el privilegio de haber llevado alguno de sus diseños es un honor. Sus mimadas modelos y sus fieles admiradoras, actrices con personalidad como Catherine Deneuve, Barbara Streisand y Shirley MacLaine, además de las socialités y top models más elegantes de las generaciones de los 60, 70 y 80.
Estuve en un solo desfile suyo en París y me quedé fascinada por la experiencia. En un salón de no se qué hotel y en no recuerdo que año. Sin pasarela, en plan petit comité. Cuando salió a saludar pude ver en directo la sensibilidad y tortura que emanan de los grandes genios.
Gracias, Yves. No olvidaré nunca el resplandor de aquellos vestidos de cuento de hadas con grandes cuadros en azul añil y rayas en fucsia. Aquellos cuadros de todos los colores imposibles lucían majestuosos, brillantes por fuera de aquellas modelos negras y blancas que sólo tu sabías elegir tan bien.
Ah! Y gracias por decir antes de morir que Tom Ford es un poco tontín, un buen chico que hace lo que puede…Siempre he creído que estaba demasiado endiosado.