Cuando empieza mayo las portadas de las revistas femeninas empiezan a llenarse de culos ya no sólo es Playboy como suele ser costumbre. El cuerpo sale a flote y los culos de las conejitas empiezan a desfilar. Sin embargo, me gusta esta campaña. Es una idea verdaderamente luminosa, sutil y muy elegante de presentar la idea de un culo con corazón incluido, como todos los culos que se precien de serlo.

“Que hace usted señora para estar tan delgada. Está re-delgada pero desde luego es caderona”, me dijo una india de Machu Pichu que pasó por la oficina a limpiar durante unos meses. Se llamaba Mónica y cuando le operaron de apendicitis decidió dejar de trabajar. A mí me pareció todo un lujo y un poco de cara dura. Vamos, porque una apendicitis no creo yo que sea para tanto.