¿Sabes concentrarte o te dispersas con facilidad? ¿Te agobias de tanto trabajo? ¿Crees que no llegas a todo? Conozco esa sensación…
Todo se resuelve concentrándose en lo que queremos hacer. Así de sencillo, cuestión de organizarse y planificar. Da igual que seas estudiante, piloto de carreras o periodista de belleza.
Aunque te pueda parecer obvio, no lo es. Hay que empezar por centrarse en un solo objetivo y dar el primer paso: verbalizarlo en una frase. “Quiero empezar a caminar por lo menos tres días a la semana.”
¿Qué es lo que realmente quieres? Sólo asegúrate de estar detrás del objetivo correcto, por la razón correcta.
¿Qué te inspira? Encuentra la inspiración en la gente que ha conseguido lo que tu quieres ahora y aprende todo lo que puedas.
Cuenta tus objetivos. Es mucho más probable que llegues a conseguirlo si hablas de tu objetivo en cada oportunidad que tengas. Busca a otros que compartan el mismo objetivo. Una vez más, esta es una oportunidad de aprendizaje y una oportunidad de ayudar y ser ayudado.
Escribe, anota y planifica con lápiz y papel. Puedes hacer una lista de las herramientas necesarias que puedes utilizar para alcanzar tus metas (sueños) . Además, así sabrás todas las cosas que has ido consiguiendo y recordaras aquellas que no pudiste lograr, pero que al menos intentaste. A veces creo que se aprende más de los errores que de las victorias fáciles.